miércoles, 18 de diciembre de 2024

¿QUIERES SABER PORQUE SE GENERA LA LUDOPATÍA EN LOS ADOLESCENTES Y LOS ADULTOS?

 

casino virtual

La ludopatía, o adicción al juego, es un problema de salud pública creciente que afecta a personas de todas las edades. Pero, ¿por qué se vuelve tan adictivo el juego? Para entenderlo, debemos explorar cómo funciona nuestro cerebro y cómo los juegos de azar explotan nuestros mecanismos de recompensa.

El cerebro y la recompensa:
Los estudios científicos han demostrado que cuando experimentamos placer, nuestro cerebro libera dopamina, un neurotransmisor asociado con la sensación de recompensa. Esta respuesta cerebral es fundamental para la supervivencia, ya que nos motiva a buscar alimentos, agua y refugio. Sin embargo, actividades como el juego pueden desencadenar una liberación excesiva de dopamina, creando una especie de bucle de recompensa que refuerza el comportamiento adictivo.

Experiencias con animales
En un experimento con animales se colocó una maquina con una manija que al bajarla entregaba comida y los animales sentían placer al nutrirse.
Su cerebro mostraba una elevación en sus niveles de dopamina.
El placer no pasa inadvertido por nuestro cuerpo.
¿Creo que el ejemplo es claro?
Pero, pero, pero…
Luego dejaron a los animales ayunando y con la misma máquina cambiaron la forma de entregar el alimento, pero de la siguiente manera.
A veces al bajar la manija no entregaba nada, otras un poco y alguna vez una gran cantidad.
Allí descubrieron que los picos de dopamina se incrementaban exponencialmente (más de lo habitual) y observaron que los animales bajaban compulsivamente la manija.

El papel de la tecnología:
La evolución de la tecnología ha transformado la forma en que jugamos. Los videojuegos, las máquinas tragamonedas y las apuestas online ofrecen una experiencia altamente gratificante, con gráficos y sonidos diseñados para captar nuestra atención y mantenernos jugando. Además, la accesibilidad de estas plataformas a través de dispositivos móviles ha facilitado aún más el desarrollo de hábitos de juego problemáticos.
Los adolescentes son más vulnerables a todo tipo de adicciones y son excelentes clientes ya que si se los vuelve adictos, lo serán en los próximos 50 años.

(¡buen negocio!).

Metegol






Hace muchos años los adolescentes compraban una ficha de “metegol” para jugar entre dos o cuatro personas, un juego donde existía el “otro” y se ganaba o se perdía y allí finalizaba todo.
Otro día sería la revancha y el próximo encuentro volvía a ser un encuentro social interactivo entre personas, donde además del uso de las manos, las habilidades, las técnicas, las oportunidades, la suerte y hasta los diálogos eran parte de la comunicación cara a cara con otros seres.
Cuando llegaron los “Flipper” o “Pinball” fue toda una novedad.
Flipper

Había que comprar la ficha y competir contra una máquina electrónica manual con luces y sonidos y el único premio que ofrecía era una extensión del tiempo.
Y cuando finalizaba el juego a volver a casa esperar que otro día nuestros padres nos dieran (a disgusto) el dinero para otra ficha.
En ambos juegos existía la opción de perder, en un caso contra humanos, en otros contra una máquina.
Luego llegaron los primeros “Atari” que eran una consola que se incorporaba a un televisor en blanco y negro donde eran una especie de partido de ping pon en que la dificultad se daba si se aumentaba la velocidad.

Primeros video juegos para televisores blanco y negro



Este dispositivo una vez comprado era gratuito y empezó a generar un exceso de uso que quitó horas de sueño y fueron los primeros juegos que abdujeron a una generación de la realidad, jugando en la propia casa.
La historia continúa con todo el desarrollo de lugares de entretenimiento familiar tanto en lugares de veraneo como en grandes ciudades, utiizando máquinas de todo tipo (mecánicas, manuales, pantallas digitales, simuladores, arcades, etc) luego en forma doméstica Internet ganó un importante espacio en el consumo hogareño llegando a un minusioso estudio de “despertar” la dopamina para generar placer asociado a la comodidad de nuestro teléfono móvil.

Los adolescentes: Un grupo vulnerable: Los niños y adolescentes son especialmente vulnerables a la ludopatía debido a cambios hormonales, desarrollo cerebral incompleto y factores sociales como la presión de grupo. La búsqueda de sensaciones nuevas y la necesidad de pertenecer a un grupo pueden llevar a algunos jóvenes a experimentar con el juego.
Uno de cada cuatro jóvenes están inmerso en una “pantalla” que los absorbe gran parte del día, incluso en horas de estudio o de trabajo y les quita varias horas de concentración y sueño por las noches.
Incluso en los juegos a través de internet no se gana, se avanzan pantallas, (salvo los que son por dinero).

Consecuencias de la ludopatía: La ludopatía puede tener graves consecuencias para los individuos y sus familias, incluyendo problemas financieros, aislamiento social, deterioro de las relaciones personales y problemas de salud mental.

Prevención y tratamiento: Es fundamental prevenir la ludopatía a través de programas educativos que informen sobre los riesgos del juego y promuevan hábitos saludables. Para aquellos que ya han desarrollado una adicción, existen tratamientos efectivos como la terapia cognitivo-conductual y los grupos de apoyo.


¿Se entendió que es una adicción generada?
Y luego luchamos para recuperarlos de la ludopatía.

Con otro agravante más, muchos padres son ausentes o no controlan las páginas donde ingresan sus hijos…
Con la aparición de los monederos virtuales, los adolescente y jóvenes tienen dinero que los adultos les suministran para gastos comunes como alimentación, útiles o imprevistos que muchas veces no se usan para esos fines y sirven para apostar.
Con el dinero y las plataformas de apuestas se completa una fórmula perfecta para generar en una población vulnerable al placer la generación de picos de dopamina.
Entonces hacen publicidad en medios de comunicación, vía pública, sponsor de camisetas deportivas diciendo "Si sos menor no apuestes"

Arquero de la Selección Argentina de Fútbol recomendando a los menores de edad no jugar en una publicidad de apuestas

Conclusión:

La ludopatía es un problema complejo que requiere una respuesta multifacética. 

Al comprender los mecanismos cerebrales involucrados y los factores sociales que contribuyen al desarrollo de esta adicción.

¿Podremos implementar estrategias más efectivas para prevenirla y tratarla o es parte de una forma moderna de esclavitud tecnológica que deja millones de dólares de ganancias?

Pablo Demkow

jueves, 5 de septiembre de 2024

BANDAS SONORAS DE PELÍCULAS

 


 

 


 

MÚSICA Y SONIDO PARA MULTIMEDIOS

 

Elementos que componen la banda sonora de una película

 

Aun cuando el cine era mudo, (porque el cine comenzó siendo solo imagen en movimiento) el sonido era imprescindible, aunque en ese momento no tuviera una función expresiva ni creativa. Con el paso de los años el audio de una película comenzó a cobrar la misma importancia que la imagen y depender prácticamente una de la otra. Y aunque la banda sonora a veces parece que es la “gran olvidada” de un film, en otros casos la música es tan evocativa que ayuda a recordar escenas que perduran gracias al sonido.

Desgranemos los elementos que la componen:




Música. Es capaz de crear en el espectador una emoción o estado que le ayude a determinar el tipo de escena que va a ver o se está desarrollando (acción, miedo, suspense, romántica…) Tiene por lo tanto un efecto psicológico en el que refuerza el ambiente que se quiere transmitir en algunos momentos claves y acompaña al relato.

Silencios. Si la música es importante en una película, los silencios tienen su propia identidad. ¿Qué representa en un film? Momentos de tensión, concentración, expectación, dramatismo… Por lo tanto, tiene una función emotiva dentro de la banda sonora.

Ruidos y efectos especiales (FX) Aunque entendemos por ruido a un sonido molesto y estridente, en el cine se incluyen en este grupo a los efectos que forman la obra audiovisual. Pasos, sonido de lluvia, gente charlando, onomatopeyas… Pueden ser diegéticos o extradiegéticos según la procedencia (si es sonido ambiente o se han creado en un estudio)

Voces. Y como comentábamos al principio, uno de los elementos que diferencia las películas actuales de las del cine mudo son las voces.

El diálogo es fundamental en el relato (de allí la importancia de un buen guion) y por lo tanto es uno de los elementos de la banda sonora que más importancia damos. Aquí se incluirían tanto las palabras que los protagonistas dan vida como los sonidos humanos que se generan, como puede ser un llanto, un grito o una respiración.

 

Bandas sonoras de películas, creadoras de recuerdos.

Hoy en día no podemos concebir una película sin banda sonora. Actualmente, todas las películas tienen música cinematográfica que suena a lo largo de las escenas, que enlazan secuencias de escenas y que nos ayudan a comprender e interpretar cómo se puede sentir un personaje en un momento determinado o reconocer un momento de suspense, terror o romance, entre otros.




¿Qué es una banda sonora?

Se denomina banda sonora a la música cinematográfica compuesta especialmente para el cine. Este tipo de música desempeña una doble función: reforzar el significado de las ideas que, por sí solas, las imágenes no son capaces de expresar y, a su vez, establecer un vínculo narrativo continuo en el discurso cinematográfico, contribuyendo a dar credibilidad a la acción.

Las bandas sonoras “sonorizan” las imágenes y con ello se consigue transmitir al espectador el paisaje sonoro que da credibilidad a una escena. Es muy habitual que se utilice el término banda sonora original (BSO) para referirnos únicamente a la música que se utiliza en una película, ya que es la parte sonora con más interés.

¿Sabes cuál fue el origen de las bandas sonoras en el cine?

En 1908 nace la primera banda sonora original en la Historia del Cine. Nace especialmente para reforzar la expresividad de determinados pasajes de una película. Los encargados en crear bandas originales para las películas “El asesinato del duque de Guisa” y “Stenka Razin” fueron los compositores Camille Saint-Saëns y Mihail Ippolitov-Ivanov respectivamente.

 

En 1914, se producen cuatro películas con un fondo musical creado para ellas con la participación del músico J.K Breil. Un año después, ya son diez las películas que cuentan con música específica para ellas creadas por el mismo. Es a partir de estos momentos cuando se generalizan las composiciones de música cinematográfica, contando cada estudio con sus propios compositores.

 

Esto se consolidaría en las décadas posteriores. A partir de los años treinta, los grandes estudios cinematográficos tenían departamentos musicales completos. En 1933, con la película King Kong, Max Steiner demostró lo que se podía llegar a hacer con una partitura original totalmente sincronizada con las imágenes.

 

Entre las décadas de 1930 y 1940 los compositores empezaron a crear música para películas que procedían de distintas áreas de la composición musical. Desde la comedia musical de Broadway hasta la ópera. Numerosos compositores de música clásica como Malcom Arnold o Aaron Copland harían importantes contribuciones en este campo.

 

Los años cincuenta suponen el dominio absoluto de Alfred Newman y Bernard Hermann junto con Orson Welles. También surgieron otros autores procedentes de la música ligera y el jazz.

 

A mediados de esa década, el gran público comenzó a tomar más en cuenta la música de las películas. Un cambio de actitud que los estudios rentabilizaron animando a sus compositores a escribir temas vendibles, melodías y canciones que pudieran editarse en disco. Por ejemplo, una de ellas fue la canción Moon River de Johnny Mercer y Henry Mancini para Desayuno con diamantes en 1961.

A todo esto, contribuiría una mejora técnica de los sistemas de grabación sonora que se haría evidente en los grandes films épicos de aquellos años.

 

Elementos que forman parte de una banda sonora cinematográfica.

El tema de inicio se corresponde a la música que acompaña a los títulos de créditos iniciales, por lo que, si estos títulos vienen precedidos de imágenes y música, esta música no sería, en principio, un tema inicial salvo que comenzara antes de los créditos y se desarrollara en los mismos.

 

La música de fondo o incidental es aquella que no proviene de fuentes naturales, sino abstractas. El espectador no puede reconocer su lugar de procedencia y los personajes no la escuchan. No tiene sentido realista y se ubica en lugares tan inconcretos como el ambiente, la psicología o las emociones de los personajes. Su duración no responde a criterios de exactitud, sino que se prolonga en función de las necesidades de cada escena pudiendo interrumpirse y reanudarse mucho tiempo después.

 

La música de cierre se corresponde a la música que acompaña a los títulos de créditos finales. Por lo que, si en estos títulos no se insertase música, la última música que sonase en la película no se consideraría un tema final. Eso sí, el tema final puede comenzar antes de los créditos finales y desarrollarse en los mismos. Puede ser diferente, idéntico o una variación del tema inicial.

 

Referencia musical en forma de breves notas, conocido con Leitmotiv, que tanto puede ser independiente, derivada de una escena y que consiste en un motivo musical o fragmento relacionado con algo concreto y exclusivo.





El diálogo es el cuerpo comunicativo del guion de cine y televisión y sirven para que los personajes interactúen entre sí a no ser que se trate de un diálogo interno. En él, se pone un énfasis especial en el aspecto coloquial del habla de cada día. La función principal del diálogo cinematográfico es proporcionar la información que no se consigue mostrar con la acción propiamente dicha.

Sonidos externos que se graban independientemente al film y se añaden en el proceso de postproducción. Añaden volumen e intensidad para que, por ejemplo, el impacto de una acción sea mayor.

 

¿Cuáles son las funciones de una buena banda sonora en las películas?





Sirve de refuerzo o de intensificación de diferentes momentos. Puede llegar a sustituir diálogos innecesarios y actúa como un contrapunto de las imágenes. Se integra en el tono general, dramático y estético de la obra cinematográfica.

Sostiene la estructura de la narración dando un sentido de continuidad a la película. También sirve en muchas ocasiones de fondo neutro o de relleno de pasajes vacíos y para unificar el montaje de las distintas escenas.

Ayuda a influir sobre los sentimientos y emociones que el espectador experimenta a lo largo de la película, modificando el sentido de la imagen o anticipando una situación determinada. Crean un efecto psicológico determinado. La música refuerza la acción de la pantalla cargando una escena de tensión, de alegría o de tristeza para acercar la emoción de los personajes al espectador.

 

La música amplia y explica la imagen en el sentido más emocional. Ayuda a crear y reforzar determinadas atmósferas para dar una sensación de realidad al espectador en determinadas escenas y situaciones. Las bandas sonoras también ayudan a crear la atmósfera adecuada al desarrollo de la acción. Los compositores adaptan la música a la época y al contexto de la película.

 

Tipos de bandas sonoras que existen en el cine

Banda sonora óptica en el cine

Es aquella que se une al sentido de la vista. Distintas intensidades de luz se convierten en impulsos eléctricos creando el conjunto de la banda sonora integrada en la película cinematográfica.

 

Las bandas sonoras de tipo magnético

Una o varias bandas de grabación magnéticas discurren por los bordes de la tira de la película. Al ser leídas por un aparato en sincronía con la proyección.

 

Bandas sonoras digitales

Se trata de aquella que usa los nuevos sistemas de reproducción de sonidos digitales sobre la pantalla, que obligan a la utilización de distintos estándares de codificación para la reproducción del sonido. Algunos de los sistemas de reproducción de audio digital son MIDI, WAV, MP3 y OGG entre otros muchos.

La importancia de una buena banda sonora para convertir una película en una experiencia inolvidable.




La audición es uno de los sentidos más complejos y su vía comunica con numerosas áreas cerebrales. Entre ellas, se la relaciona con el sistema límbico relacionado con el procesamiento emocional. La música libera dopamina e induce cambios fisiológicos en nosotros de la misma manera que lo hace cualquier estímulo emocional.

 

La música despierta recuerdos porque tiene la capacidad de traer aquellos que están relacionados tanto con el contenido de la letra de la canción. Tiene la capacidad de transportarnos a momentos y hacernos revivir emociones y sensaciones.

 

Para muchas personas es imposible entender el cine sin música. Un gran número de películas se han hecho inmortales gracias a sus BSO o sus hilos musicales. “Star Wars”, “Lo que el viento se llevó”, “Psicosis”, “Volver al futuro” y un largo etcétera.

Las bandas sonoras de las películas tienen el poder de conmovernos, sacarnos una sonrisa, perturbarnos o hacernos llorar.

Por eso, en gran parte, el éxito de algunas películas míticas está estrechamente ligado con su banda sonora.

 

A través de las BSO, los compositores son capaces de introducir en los espectadores un estado emocional específico: miedo, tristeza, tensión etc.

 

Las bandas sonoras enriquecen la experiencia del espectador en el cine. Genera emociones, despierta recuerdos y, en buena medida, guían a lo largo de la historia de la película. La música es un arte de posibilidades infinitas que se multiplican si las combinamos con el universo cinematográfico.

 

 

 


lunes, 7 de octubre de 2019

Teoría Funcionalista






La Teoría Funcionalista crea un ADN propio que con el avance de las TIC puede juntar a grupos con características similares y reunirlos. 
Esa misma técnica en su segunda etapa puede masificar a sus integrantes. 
No se conoce que consecuencias podría lograr si utilizando esos TIC su aplicación fuese a una gran masa.

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En la carrera de las ciencias sociales por incorporar conceptos de las ciencias duras, muy pronto se dieron cuenta de que el esquema matemático Estímulo – Respuesta (teoría Hipodérmica) era insuficiente para explicar los comportamientos sociales. 
 
Los sociólogos se acercaron entonces más a la biología, la botánica, la zoología, la química,
que a las matemáticas. Funcionalismo deriva de función: ¿para qué sirven los medios masivos? Esa función se define en relación a una sociedad, a un sistema dentro del cual los medios son  "funcionales" 
 
Su base ideológica es concebir a la sociedad como un sistema natural o un cuerpo orgánico. Así como las ciencias biológicas conciben a los órganos de un cuerpo a partir de sus funciones y disfunciones, sus posibilidades de crecimiento y los "virus" o agentes exógenos que atentan contra él, las ciencias sociales conciben a la sociedad como una estructura que debe permanecer "sana", debe progresar, evolucionar y crecer. 

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Modelo de Lazarsfeld: los líderes de opinión


 
Es decir, estos teóricos descartarán toda posibilidad de cambio radical o alteración de la estructura social. Son conservadores de lo que está. Admiten cambios tecnológicos y mejoras, siempre y cuando estos no modifiquen la base de las relaciones sociales. 
 
Todo movimiento social nuevo, diferente, con intenciones de cambio, será relegando la condición de "virus" que atenta contra la estabilidad del sistema o cuerpo social. Consideran también que la información no es igual frente a un grupo de receptores que otro. Ya que cada receptor encontrará características propias, únicas y “funcionales” para su utilización.  

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Es con el funcionalismo, desarrollado especialmente en Estados Unidos, entre mediados de la década del '40 y mediados de la del '50, cuando aparecen las primeras investigaciones especializadas en comunicación. Por eso  también se la llama “Communicationresearch”. Son estos teóricos los que acuñaron el término de “mass media”, o simplemente los media, para denominar a todo el sistema de los medios masivos y su nueva cultura. 

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La primera característica que definen a estas investigaciones frente a un mensaje es ¿para qué debería servir este mensaje? y luego, una vez determinada esa función, evalúan si el mensaje cumple o no con la función asignada. Por lo tanto, aquí son importantes dos cosas.
  
1- La evaluación ideológica de la intención de ese mensaje: si es positivo para el sistema, si es inocuo o si puede alterar en algo al sistema social. Es decir si ese mensaje será funcional o disfuncional para el momento actual que vive la sociedad. 

 2-Si el mensaje ha sido eficiente a la hora de cumplir esa función. Muchas veces se la ha acusado a la publicidad, por ejemplo, de ser poco educativa o imponer valores "disfuncionales" (plantear modelos sociales que perjudican a los receptores) La respuesta de los creativos y responsables publicitarios frente a esta acusación ha sido siempre la ratificación de que la única "función" del mensaje publicitario es vender. 

 Supongamos un programa de televisión del género "entretenimiento" donde participan jóvenes que deben disfrazarse y atravesar toda clase de situaciones ridículas y grotescas para ganar un premio. 
 
El programa puede resultar funcional según algunos tipos de parámetros: sirve como programa de entretenimientos, los chicos participan, la gente lo ve. Pero puede, a su vez, convertirse en disfuncional, según otros parámetros. Si evaluamos su aporte educativo, por ejemplo, ya que en lugar de incentivar juegos de destrezas y conocimientos se centra en premiar la burla hacia otros y la grosería. 
 
El plano manifiesto sería el sentido definido por el mismo mensaje, en nuestro caso, el plano manifiesto era el expresado por el mismo programa: se pretende entretener. 
 
El efecto latente, en cambio, es aquel que, más allá de lo que se percibe "a simple vista", puede intuirse que hará mella en la gente en el nivel de los sentimientos más profundos como las sensaciones, y lo inconsciente. 
  
Piense en el planteo de las publicidades de centros para adelgazar. Suelen ser agresivas para con la persona obesa, con imágenes de chicas frente al espejo que sienten vergüenza de sí misma. Este tipo de mensajes será funcional desde lo manifiesto para los emisores, si logran vender su sistema para adelgazar a mucha gente. Pero su contenido será disfuncional desde lo latente, para un grupo específico: el de las mujeres que se sienten agredidas y cuyo efecto puede ser contraproducente, contribuir a la anorexia, fomentar la depresión, etc. El tipo de transmisión comercial será efectiva, pero no así su contenido cultural. 
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También aquí, más allá de lo esquemático del análisis, ya no se piensa en una respuesta única y homogénea por parte de todo el público. Hay subdivisiones, grupos que pueden reaccionar de distintas maneras. No hay un solo público, sino varios.
 Algunos contenidos se dirigen a toda la sociedad: una campaña política presidencial, por ejemplo, otros contenidos se orientan a grupos mayoritarios como los programas de televisión que pretenden tener un público masivo. También hay mensajes más selectos, dirigidos a grupos específicos, por ejemplo en el caso del primer programa mencionado, dirigido a jóvenes que quieren viajar a Bariloche. En ambos casos se busca que el receptor tome una decisión y realice una suma algebraica de valores y desvalores, hasta llegar a la síntesis funcional. 
Otros mensajes están directamente enfocados hacia la intimidad de una persona, a partir de recursos en los cuales el receptor se siente afectado o tocado directa y personalmente por el mensaje. Se trata de emisiones con mucha carga latente, que pueden dirigirse a varios, pero no como grupo, sino como individuos. Se encaran directamente hacia una persona y por esos su efecto es mayor. Por ejemplo los programas de “Talk Show” en los que se hace permanente alusión: "este que está aquí podría ser tu hijo" "póngaseUd. en su lugar" "a Ud. también le puede pasar", etc.
 Los funcionalistas están a favor de la conservación del sistema del sistema social tal como esta, es decir, acuerdan con la estructura capitalista y el predominio tecnológico que implica una clara supremacía (económica, pero también comunicativa) de unos países sobre otros. Sin embargo estos teóricos reconocen algunas funciones "negativas" de los medios masivos y los avances tecnológicos". 
Los funcionalistas sabían que la tecnología daría lugar al nacimiento de barrios pobres y marginados, personas desocupadas y excluidas. Pero creían que este era un mal necesario que el mismo sistema sería capaz de ir resolviendo y erradicando. Algo similar a los que sucede en la biología cuando un organismo cualquiera re absorbe espontáneamente un factor externo o interno que atenta contra su identidad y su conservación. 


Los funcionalistas agregarán, entonces, la función "narcotizante" o contaminante de la televisión y otros formatos masivos, porque impiden la participación directa de la gente de las instituciones sociales (los partidos políticos, la justicia, las organizaciones intermedias, educativas y culturales, etc.) En relación con la terminología de las ciencias naturales, los medios serían algo así como un agente contaminante en el circuito social, así como existen agentes contaminantes de la atmósfera en el ecosistema. 
Otro concepto derivado de las ciencias biológicas es la concepción de investigar los hechos como observador externo a lo que ocurre. Así como en las ciencias naturales hay experimentos de laboratorio, los funcionalistas idearon modos de investigar en donde se aísla a la gente se su propio contexto y se investiga su comportamiento "de afuera" a través de vidrios espejados. 
También pertenecen a este esquema los mitos de objetividad y neutralidad en las ciencias sociales. Se supone que quien investiga debe involucrarse lo menos posible y que existe una verdad objetiva a la cual hay que aspirar. Reiteramos que la subjetividad es intrínseca a cualquier actividad humana y es imposible desprendernos de ella para analizar un fenómeno. 
 
Esquema de comunicación diseñado por los teóricos funcionalistas 

El esquema de comunicación (que en la teoría Hipodérmica se reducía a emisor - receptor- estímulo - respuesta) comienza a ampliarse. Aparece Lasswell, en 1948 con un esquema que describía cualquier acto de comunicación respondiendo a las siguientes preguntas. 
 
Quien? Dice qué? A quién? Con qué efectos?

Emisor -  Referente -  Receptores -  Feed Back 

 
EL funcionalismo se centra en la conservación del sistema social. Para eso, evalúa cualquier mensaje (dentro y fuera de los medios de comunicación) como funcional o disfuncional al sistema: los emisores siguen manejando los efectos o respuestas pero el público ya no es considerado homogéneo y habrá diferentes respuestas según el grupo al cual el mensaje se dirija.
  
El emisor regula o prevé las respuestas a partir de conocer las distintas subdivisiones del público. De allí deriva una corriente relativamente nueva en comunicación, que comenzó con la evaluación de las audiencias y el rating (década del '60), pero se consolidó dos décadas más tarde. Se trata del Marketing, que subdivide o segmenta los públicos para conocerlos mejor y así lograr, con mayor eficiencia, la respuesta deseada. 
Según el criterio de marketing, los públicos pueden agruparse por distintos factores. Se toman en cuenta aquellos que servirán para el consumo específico de un producto, servicio o espectáculo.
 Muy relacionado con el marketing esta la medición del rating (televisión) o audiencia (radio) 
Rating: se conecta en inglés con "rate": tarifa, valuación, cuota o ración. El rating mide que cuota de público total ha elegido un medio de comunicación. Se evalúa por puntaje o cuotas. Se estima que un punto de rating equivale a 100.000 espectadores u oyentes. 
Pensamos que invertir en publicidad significa "comprar un espacio" en algún medio. Pero ¿qué venden los medios a través de ese espacio? Los medios "venden" público. Por eso los espectadores en medios con mucha recepción son más caros que los menos consumidos. Aún dentro de un mismo diario, por ejemplo, el valor de un simple aviso clasificado tiene diferencia de tarifa entre un día de la semana y la tirada dominical, que es mayor. 
Las tiradas de los medios gráficos son relativamente comprobables (se puede "contar" la cantidad de ejemplares impresos y devueltos) También se puede calcular los espectadores del cine o el teatro, simplemente contando las entradas vendidas. Pero la medición de oyentes en radio y espectadores de televisión es mucho más compleja y variada. 
fragmento del libro "Teoría de la comunicación" 
Gabriela R. Cicalese, La Crujía - Editorial Stella 


jueves, 11 de julio de 2019

COMUNICACION Y MEDIOS







Efectos de los medios de comunicación

  01 Radioteatro La Guerra de los Mundos

Hoy día resulta impensable concebir que un fenómeno tan extraordinario como el que aconteció un 30 de octubre de 1938 pudiera volver a suceder. En aquel momento un joven Orson Welles de 23 años de edad dirigía un radioteatro en tiempo real, como si fuera en vivo y ponía el mundo patas arriba al provocar el pánico entre miles de personas, convencidas de que Estados Unidos estaba siendo invadido por un ejército de alienígenas.

Alrededor de las nueve de la noche, el Estudio 1 de la Columbia Broadcasting  (CBS) en Nueva York se convertía en el escenario donde Welles iba a interpretar, acompañado de la compañía teatral Mercury que el mismo dirigía, la novela del escritor británico H.G. Wells, «La guerra de los mundos» publicada en 1898.

Welles dejó los 60 minutos de radio más famosos de la historia. Tan solo unos meses después de que la popular emisora CBS le ofreciera llevar a cabo un programa semanal basado en la dramatización de obras literarias, Welles lograba dejar un hito en la historia de la radiodifusión mundial. En un contexto marcado por la Gran Depresión, el locutor norteamericano pensó que tal adaptación contada en forma de noticiario de última hora calaría en el seno de la audiencia. Y vaya si lo hizo.

A pesar de que «la Columbia Broadcasting System (C.B.S.) y sus estaciones asociadas» habían presentado al inicio del programa tanto a Orson Welles como al Mercury Theatre en la adaptación de «La guerra de los mundos» de H. G. Wells, muchos radioyentes sintonizaron más tarde la emisión o, simplemente, no prestaron la suficiente atención a una simple introducción de lo que parecía un programa cualquiera. Esa noche a diferencia de otros radioteatros la audición comenzó con el tango "La Cumparsita" y confundió al público, ya que por aquel entonces la música argentina era la más escuchada en todas las emisoras del mundo.

Así, en plena víspera de Halloween, tan solo tuvo que prender la mecha con un comienzo espeluznante: «Señoras y señores, interrumpimos nuestro programa de baile para comunicarles una noticia de último minuto procedente de la agencia Intercontinental Radio. El profesor Farrel del Observatorio de Mount Jennings de Chicago reporta que se ha observado en el planeta Marte algunas explosiones que se dirigen a la Tierra con enorme rapidez... Continuaremos informando».

Tras el primer corte y para darle aún mayor veracidad a la noticia, Welles retomaba la supuesta emisión de una orquesta desde el Hotel Meridian Plaza para volver a parar a medida que la ficticia invasión extraterrestre se iba desarrollando, «damas y caballeros, tengo que anunciarles una grave noticia. Por increíble que parezca, tanto las observaciones científicas como la más palpable realidad nos obligan a creer que los extraños seres que han aterrizado esta noche en una zona rural de Jersey son la vanguardia de un ejército invasor procedente del planeta Marte...»

Alrededor de 12 millones de personas escucharon la transmisión. Las interrupciones eran cada vez más frecuentes y con un mayor tono de alarmismo, como prueba la secuencia del personaje Carl Philips desde Grovers Mill, en el Estado de Nueva Jersey, donde supuestamente se estaba sucediendo el aterrizaje: «Señoras y señores, esto es lo más terrorífico que nunca he presenciado... ¡Espera un minuto! Alguien está avanzando desde el fondo del hoyo. Alguien... o algo. Puedo ver escudriñando desde ese hoyo negro dos discos luminosos... ¿Son ojos? Puede que sean una cara. Puede que sea...»
Los datos de audiencia estiman que cerca de 12 millones de personas escucharon la transmisión y otras tantas cayeron presa del pánico abandonando sus casas y colapsando carreteras, estaciones o comisarías de policía. Los teléfonos de emergencia echaron humo durante varias horas recibiendo multitud de mensajes que decían haber visto a los extraterrestres. El polémico acontecimiento, que terminaba con la «muerte» del propio Orson Welles a causa de los gases que emanaban los invasores, pudo ser el fin de su fulgurante carrera, pero visto en perspectiva, aquello, en realidad, no fue más que el inicio de su leyenda.
Ver: Demkowpedia la guerra de los mundos
Demkowlandia la guerra de los mundos
Youtube: Los Simpson el día que la tierra se veía estúpida.
La guerra de los mundos- Orson Welles-subtitulado en español


02  Información y Comunicación


De modo general la diferencia fundamental entre información y comunicación reside en la respuesta del interlocutor (retroalimentación o feedback en inglés), mientras que la información no precisa feedback, (el mensaje solo va en una sola dirección) la comunicación para poder seguir estableciéndose, sí.
Acudimos al Diccionario para buscar las definiciones de ambos conceptos:
  • Comunicación: Acción y efecto de comunicar o comunicarse. Transmisión de la información en el seno del grupo, considerada en sus relaciones con la estructura de este grupo. Conjunto de técnicas que permiten la difusión de mensajes escritos o audiovisuales a una audiencia vasta y heterogénea.
La comunicación es percepción, crea expectativas y plantea exigencias y compromisos.
  

                                 
                                      
 




  • Información: Acción y efecto de informar (dar a alguien noticia de alguna cosa). Conjunto de noticias o informes.
La información aumenta el conocimiento, comunica novedades, sin necesidad de respuesta.


 



                                   

De esta manera podemos decir que la información complementa la comunicación ya que lo que se comunica es información en los mensajes, con lo que la comunicación da un paso más en las relaciones entre las personas ya que provoca comportamientos mediante la creación de expectativas, entre otros.
Concretando más las definiciones podemos decir que la comunicación busca modificar comportamientos, actitudes, representaciones o conocimientos de los interlocutores o mover a otras personas a hacer algo que no harían espontáneamente. Comunicar es transferir información de una persona a otra sin tener en cuenta si despierta o no confianza.
Otra de las diferencias básicas la encontramos en el objetivo final de la comunicación y de la información.
Los objetivos de la información son:
  • Transmitir toda la información necesaria para la toma de decisiones
  • Influir en la actitud de las personas para que sus objetivos y actividades estén en armonía con los objetivos del emisor.
Los procesos de comunicación por su parte, son herramientas sociales que permiten la interacción humana, a saber, mantener un mínimo de interdependencia entre distintos elementos: individuos, grupos, talleres, oficinas, departamentos, servicios, etc., que la organización requiere para su sistema interno
La información se transfiere a través de mecanismos de comunicación:
  • Los interlocutores (personas físicas)
  • El tipo de comunicación (personales, privadas, publicas)
  • Los canales de comunicación (papel, aire, radio, tv, cine, pasacalle)
  • La interacción entre los canales de comunicación, los individuos y los grupos (respuestas, acciones)
  • Las redes de comunicación empleadas (específicas, dirigidas, abiertas, cerradas)


La Comunicación es un proceso de intercambio de información, en el que un emisor transmite a un receptor algo a través de un canal esperando que, posteriormente, se produzca una respuesta de dicho receptor, en un contexto determinado.
Así, en el proceso de la comunicación encontramos los siguientes elementos:
– Emisor: es el que emite el mensaje. Ejemplos: un sujeto individual o un grupo de personas, pero también un mecanismo que nos avisa de que algo falla o un elemento de la naturaleza que nos alerta de que el tiempo va a cambiar.
 Receptor: es el que recibe el mensaje y lo interpreta. Ejemplos: un sujeto concreto o un grupo, así como, también, puede serlo un mecanismo que actúa cuando otro le manda una señal.
– Mensaje: es la información que se quiere transmitir. Ejemplos: puede encontrarse codificado en uno de los diferentes tipos de código: puede ser un mensaje hablado, escrito, dibujado, grabado en cd, etc).
– Canal: es el medio a través del cual se transmite el mensaje. Ejemplos: puede ser un medio artificial, como las cartas o un cd, o uno natural, como el aire.
– Código: Conjunto de signos y reglas que, formando un lenguaje, ayudan a codificar el mensaje. Podemos encontrar lenguajes simples, como la luz roja sobre la puerta de un estudio de revelado, o más complejos como los distintos idiomas del mundo.
– Contexto: Conjunto de circunstancias (lugar, hora, estado anímico de los interlocutores, etc) que existen en el momento de la Comunicación. Es importante a la hora de interpretar correctamente el mensaje.

De modo general la diferencia fundamental entre información y comunicación reside en la respuesta del interlocutor (retroalimentación o feedback en inglés), mientras que la información no precisa feedback, (el mensaje solo va en una sola dirección) la comunicación para poder seguir estableciéndose, sí. 
Acudimos al Diccionario para buscar las definiciones de ambos conceptos:

·                     Comunicación: Acción y efecto de comunicar o comunicarse. Transmisión de la información en el seno del grupo, considerada en sus relaciones con la estructura de este grupo. Conjunto de técnicas que permiten la difusión de mensajes escritos o audiovisuales a una audiencia vasta y heterogénea.
La comunicación es percepción, crea expectativas y plantea exigencias y compromisos.






·                     Información: Acción y efecto de informar (dar a alguien noticia de alguna cosa). Conjunto de noticias o informes.
La información aumenta el conocimiento, comunica novedades, sin necesidad de respuesta.


De esta manera podemos decir que la información complementa la comunicación ya que lo que se comunica es información en los mensajes, con lo que la comunicación da un paso más en las relaciones entre las personas ya que provoca comportamientos mediante la creación de expectativas, entre otros.
Concretando más las definiciones podemos decir que la comunicación busca modificar comportamientos, actitudes, representaciones o conocimientos de los interlocutores o mover a otras personas a hacer algo que no harían espontáneamente. Comunicar es transferir información de una persona a otra sin tener en cuenta si despierta o no confianza.
Otra de las diferencias básicas la encontramos en el objetivo final de la comunicación y de la información.
Los objetivos de la información son:

·                     Transmitir toda la información necesaria para la toma de decisiones
·                     Influir en la actitud de las personas para que sus objetivos y actividades estén en armonía con los objetivos del emisor.
Los procesos de comunicación por su parte, son herramientas sociales que permiten la interacción humana, a saber, mantener un mínimo de interdependencia entre distintos elementos: individuos, grupos, talleres, oficinas, departamentos, servicios, etc., que la organización requiere para su sistema interno

La información se transfiere a través de mecanismos de comunicación:

·                     Los interlocutores (personas físicas)
·                     El tipo de comunicación (personales, privadas, publicas)
·                     Los canales de comunicación (papel, aire, radio, tv, cine, pasacalle)
·                     La interacción entre los canales de comunicación, los individuos y los grupos (respuestas, acciones)
·                     Las redes de comunicación empleadas (específicas, dirigidas, abiertas, cerradas)




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Ver: Demkowpedia: información y comunicación






03   Cuando la mentira es la (pos) verdad
Si una noticia es cierta o no, ya poco importa. En la era de la distorsión y la manipulación deliberada, todo vale para modelar la opinión.
1. El antes y el después
Corría el 2016, un año inexplicable. Un  año que desconcertó al mundo, con noticias que parecían importadas de otro planeta. Por ejemplo: se votó el Brexit, ganó Donald Trump y, más cerca de nosotros, triunfó el “No” en el plebiscito sobre los acuerdos de paz en Colombia. Sucesos sin explicación, decían: ¿por qué las mayorías eligen la división, la demencia, la guerra?
Y no tardó en aparecer una explicación para todo ello. Una palabra que contenía todos los males y todos los remedios: la posverdad. Ese término circuló tanto que se puso de moda en editoriales y análisis políticos. Y tampoco tardó en llegar al diccionario: el Oxford eligió en 2016 “post-truth” como palabra del año y la definió así: “[la posverdad] Denota circunstancias en que los hechos objetivos influyen menos en la formación de la opinión pública que los llamamientos a la emoción y a la creencia personal”.
Es decir: los males de la política del mundo se deben a que el proceso de formación de creencias de cada persona está contaminado; sobre todo, por las llamadas “fake news”. Y no es que antes las noticias falsas no existieran, es que ahora las noticias verdaderas ya no importan. 
Darío Sztajnszrajber (filósofo y divulgador en ese campo) se explayó sobre este tema en una entrevista reciente a este diario: “La posverdad es un concepto nuevo para un tema tradicional, que es la crisis de la verdad. En nuestro tiempo se relaciona con el rol de los medios, la informática y la sociedad de consumo. El problema tiene que ver con una tensión entre dos polos: que la verdad en sí misma es inaccesible, es una construcción, siempre es interpretación que se impone, y deja abierta la posibilidad a interpretaciones que entran a debatir con esa interpretación hegemónica”. 
Completó: “Al no haber una verdad absoluta, el sujeto tiene la posibilidad de armar su propia verdad. Partiendo ya de una idea que quiere demostrar, siempre va a encontrar el modo de hacer encajar en la realidad lo que él supone, o necesita demostrar. Por otro lado, esto nos habilita la mentira, que no es lo contrario a la verdad; porque se trata de lo que se hace con esa información para engañar al otro o a uno mismo. Lo contrario de la verdad es el error, el que miente sabe la verdad pero la oculta”.
2. La profilaxis y la atrofia
Como todo lo que sucede en la era digital, la posverdad no puede separarse de internet, es, de hecho, un fenómeno que nace de la proliferación desmesurada de noticias. Porque si el periodismo ha explotado (como sugería el investigador y periodista Ignacio Ramonet en el título de un libro suyo de 2011), las partículas que lanza al espacio esa explosión son millones de noticias. 
Él ya la sugería cuando este fenómeno aún no encontraba un nombre: “Debido al estallido, multiplicación y sobreabundancia de información, ésta se encuentra literalmente contaminada, envenenada por mentiras de todo tipo, intoxicada por los rumores, las deformaciones, las distorsiones y las manipulaciones”, escribía. 
Y si es que vivimos en una cultura mediática, como sostenía el sociólogo y especialista en medios Roger Silverstone, la asociación no parece gratuita: es inevitable, de hecho. 
Es que vivimos en una cultura donde los medios son nuestro aire, son esa atmósfera de la cual nos nutrimos y de la que no podemos separarnos. Silverstone explicaba que los medios podían pensarse como “profilácticamente sociales”, porque sustituyen nuestra experiencia del mundo y nos “protegen” de él. Es decir: interpretamos el mundo a través de los medios.
¿Pero qué tanto podemos saber del mundo ahora, en el caos de la información? Cuando todo lo que aparece circulando en internet parece ser cierto, y cuando son insondables los mecanismos para verificar o contrastar información por parte de los usuarios, ¿qué terminamos “conociendo”, finalmente?
Porque hay otro hecho constatable: de toda la marea informativa, son pocas las noticias que quedan en nosotros y no se volatizan en el camino. ¿Y cuáles son las que incorporamos? La posverdad da la respuesta: las que confirman lo que ya pensamos. 
El diagnóstico asusta de antemano. Internet,  que supuestamente había democratizado la información, y las redes sociales como Facebook, cuya primera misión era “dar a la gente el poder de construir comunidad y acercar al mundo”, nos han vuelto seres frágiles. Seres que tienen atrofiada su percepción del mundo. 
3. El algoritmo de la felicidad
Aquí entra otro factor más para entender la posverdad: la burbuja informativa. Es sabido -por ejemplo- que las ganancias de Facebook provienen principalmente de la publicidad que vende (vende en realidad nuestros datos, que son el gran capital de Mark Zuckerberg). 
Es por eso que el objetivo de Facebook siempre fue que sus usuarios pasaran la mayor cantidad de tiempo posible en él. Y la estrategia para capturar ese tiempo ha sido crear un ecosistema agradable para el usuario, a través de una hazaña de la IA (Inteligencia Artificial): su algoritmo, el EdgeRank, se hace una imagen de nuestra personalidad y nos ofrece lo que queremos. Por eso, filtra las noticias y nos muestra solo aquellas que concuerdan con nuestras creencias.
Una digresión: la Universidad de Cambridge ha descubierto que con 100 likes Facebook puede describir aspectos de la personalidad como la orientación sexual, el origen étnico, la opinión política, la religión, el grado de inteligencia, el consumos de drogas y la constitución familiar. Apenas con 50 likes más, el algoritmo puede predecir nuestro comportamiento mejor que lo haría nuestra pareja. 
Esta “burbuja” informativa nos lleva a interactuar solo con gente que piensa como nosotros. Dialogamos con nosotros mismos o, en realidad, monologamos. Y el hábito de consumir las mismas noticias nos hace, evidentemente, más propensos a creer todo lo que leemos. Así se sigue erosionando la “verdad”. 
Y la posverdad tiene sus consecuencias, claro. Martin Hilbert, uno de los expertos en Big Data en Silicon Valley, ya ha llamado la atención: los gobiernos usan las“fake news” para manipular a los votantes. Así surge la necesidad de repensar las instituciones a través de las cuales nos veníamos organizando socialmente hasta ahora. Él piensa en adaptarlas a la eficiencia de los datos; otros, en ponerle un límite político y ético al desarrollo de la tecnología. 
Esto nos obliga a plantear el término en cuestiones más físicas que metafísicas. Porque detrás de la posverdad hay hábitos, negocios, políticas, políticos, interfaces, números y dineros. Todo en esa pequeña pantalla de celular que Byung-Chul Hanha definido como el nuevo confesionario contemporáneo. 
Ver: Youtube “la construcción social de la realidad”

04  El método Milgram
Stanley Milgram fue un psicólogo de la Universidad de Yale llevó en el año de 1961 una serie de experimentos cuya finalidad era medir la disposición de un participante para obedecer las órdenes de una autoridad,  incluso cuando estas órdenes pudieran ocasionar un conflicto con su sistema de valores y su conciencia. 
¿Hasta qué punto somos totalmente conscientes de las consecuencias de nuestros actos cuando tomamos una decisión dura por obedecer a la autoridad? ¿Qué complejos mecanismos intervienen en la obediencia actos que van en contra de nuestra ética?

La preparación del experimento de Milgram
Milgram reclutó a un total de 40 participantes por correo y por anuncio en el periódico en el cual se les invitaba a formar parte de un experimento sobre “memoria y el aprendizaje” por lo que además, por el simple hecho de participar se les pagaría una cifra de cuatro dólares (equivalente a unos 28 actuales) asegurándole que conservarían el pago “independientemente de lo que pasará después de su llegada”.
Se les hizo saber que para el experimento hacían falta tres personas: el investigador (que portaba una bata blanca y fungía como autoridad) el maestro y el alumno. A los voluntarios siempre se les asignaba mediante un falso sorteo el papel de maestro, mientras que el papel del alumno siempre sería asignado a un cómplice de Milgram. Tanto maestro como alumno serían asignados en habitaciones diferentes pero conjuntas, el maestro observaba siempre con el alumno (que en realidad siempre era el cómplice) era atado a una silla para “evitar movimientos involuntarios” y se le colocaban electrodos, mientras el maestro era asignado en la otra habitación frente a un generador de descarga eléctrica con treinta interruptores que regulaban la intensidad de la descarga en incrementos de 15 voltios, oscilando entre 15 y 450 voltios y que, según el investigador, proporcionaría la descarga indicada al alumno. 
Milgram también se aseguró de colocar etiquetas que indicaran la intensidad de la descarga (moderado, fuerte, peligro: descarga grave y XXX). La realidad era que dicho generador era falso, pues no proporcionaba ninguna descarga al alumno y sólo producía sonido al pulsar los interruptores.
La mecánica del experimento
El sujeto reclutado o maestro fue instruido para enseñar pares de palabras al aprendiz y de que, en caso de que cometiera algún error, el alumno debía ser castigado aplicándole una descarga eléctrica, que sería 15 voltios más potente tras cada error
Evidentemente, el alumno nunca recibió descargas. Sin embargo, para dotar de realismo la situación de cara al participante, tras pulsar el interruptor, se activaba un audio grabado anteriormente con lamentos y gritos que con cada interruptor incrementaba y se hacían más quejumbrosos. Si el maestro se negaba o llamaba al investigador (que se hallaba cerca de él en la misma habitación) éste respondía con una respuesta predefinida y un tanto persuasiva: “continúe por favor”, “siga por favor”, “el experimento necesita que usted siga”, “es absolutamente esencial que continúe”, “usted no tiene otra opción, debe continuar”. Y en caso de que el sujeto preguntara quién era responsable si algo le pasaba al alumno, el experimentador se limitaba a contestar que él era el responsable.

Resultados
Durante la mayor parte del experimento, muchos sujetos mostraron signos de tensión y angustia cuando escuchaban los alaridos en la habitación contigua que, aparentemente, eran provocados por las descargas eléctricas. Tres sujetos tuvieron “ataques largos e incontrolables” y si bien, la mayoría de los sujetos se sentían incómodos haciéndolo, los cuarenta sujetos obedecieron hasta los 300 voltios mientras que 25 de los 40 sujetos siguieron aplicando descargas hasta el nivel máximo de 450 voltios. 
Esto revela que el 65% de los sujetos llegó hasta el final, inclusive cuando en algunas grabaciones el sujeto se quejaba de tener problemas cardíacos. El experimento concluyó por el experimentador tras tres descargas de 450 voltios.

Conclusiones extraídas por Stanley Milgram

Las conclusiones del experimento a las que llegó Milgram pueden resumirse en los siguientes puntos: 
A) Cuando el sujeto obedece los dictados de la autoridad, su conciencia deja de funcionar y se produce una abdicación de la responsabilidad. 
B) Los sujetos son más obedientes cuanto menos han contactado con la víctima y cuanto más lejos se hallan físicamente de ésta. 
C) Los sujetos con personalidad autoritaria son más obedientes que los no autoritarios (clasificados así, tras una evaluación de tendencias fascistas) .
D) A mayor proximidad con la autoridad, mayor obediencia. 
E) A mayor formación académica, menor intimidación produce la autoridad, por lo que hay disminución de la obediencia. 
F) Personas que han recibido instrucción de tipo militar o con severa disciplina son más propensos a obedecer. 
G) Hombres y mujeres jóvenes obedecen por igual. 
H) El sujeto siempre tiende a justificarse a sus actos inexplicables.
Ver I como Ícaro (método Milgram/youtube o daymotion)

05  Mensaje subliminal

 

 Un mensaje subliminal es un mensaje o señal diseñada para pasar por debajo (sub) de los límites (liminal) normales de percepción. Puede ser por ejemplo un mensaje en una canción, inaudible para la mente consciente pero audible para la mente inconsciente o profunda; puede ser también una imagen transmitida de un modo tan breve (como la décima parte de un segundo) que pase desapercibida por la mente consciente pero, aun así, percibida inconscientemente; o sea, que una persona puede no percibir el mensaje en forma consciente, pero su subconsciente sí.
Los mensajes subliminales pueden ser desde simples comerciales para inducir a consumir un producto, hasta mensajes que pueden cambiar la actitud de una persona. Cabe destacar que un consenso casi total entre psicólogos e investigadores llegó a la conclusión de que los mensajes subliminales no producen un efecto poderoso ni duradero en el comportamiento a no ser que estos estén presentes en la vida de las personas de forma excesiva

Antecedentes
La primera mención registrada sobre la percepción subliminal es la realizada en los escritos de DemócritoPlatón habló de esta noción en su escrito Timeo.
Aristóteles explicó de modo más detallado los umbrales de la conciencia subliminal en su "Parva Naturalia" hace más de dos mil años, y parece ser el primero en sugerir que los estímulos no percibidos de modo consciente bien podrían afectar los sueños. Hace 2250 años Aristóteles explicó en su teoría del sueño:
"Si los impulsos que tienen lugar durante el día no son demasiado fuertes y poderosos pasan inadvertidos debido a impulsos altamente despiertos. Pero mientras dormimos tiene lugar lo contrario, entonces los pequeños impulsos parecen grandes. Esto aclara lo que pasa en el sueño. Cuando sólo hay ecos débiles en sus oídos los hombres creen que se trata de algo relampagueante y extraordinario".
Aristóteles anticipó lo que a principios del siglo se conocería como el efecto Poetzle. El filósofo Montaigne se refirió a dicho fenómeno de la percepción subliminal en 1580.


Principios del siglo XX
Durante la última parte del siglo XIX y principios del XX, Freud investigó nuevos conceptos y teorías sobre el subconsciente y el inconsciente. La teoría del sueño de Freud creó una base sobre la que el doctor O. Poetzle hizo uno de los primeros descubrimientos científicamente importantes sobre la percepción subliminal. Freud dijo que los sueños tienen tres características principales:
·        Protegen el dormir al convertir el material potencialmente perturbador en imágenes propias del soñar;
·        Representan la realización del deseo.
·        Los estímulos del sueño son transformados de manera simbólica antes de surgir en el sueño, sobre todo aquellos estímulos que amenazan al individuo.
Poetzle descubrió que un estímulo o una información captada conscientemente por una persona no aparece en los sueños subsecuentes. Cuando estudiaba las reacciones a figuras plasmadas o escondidas en pinturas descubrió que el contenido del sueño en apariencia era trazado por los estímulos percibidos a un nivel inconsciente anterior al sueño. El científico formuló su Ley de exclusión alrededor de la observación de que los seres humanos excluyen de sus sueños los datos percibidos de manera consciente. Concluyó diciendo que el contenido de los sueños estaba compuesto en esencia de información percibida subliminalmente. Poetzle reflexionó sobre que el concepto de transformación de Freud, la tercera característica del sueño, era en esencia una modificación de material percibido de modo subliminal. Este fenómeno de transformación fue descrito más tarde como la defensa de la percepción, mecanismo mediante el cual el individuo se protege a sí mismo de la información que podría ser poco placentera, potencialmente dañina o que produjera consecuencias de ansiedad. La información amenazadora depositada en el inconsciente debe ser enterrada o transformada en algo relativamente inofensivo antes de ser admitido en la conciencia. El análisis del sueño durante la psicoterapia se basa en la interpretación del estado transformado de manera lenta y cuidadosa para que el paciente pueda aprender a vivir con comodidad cuando surgen del inconsciente los recuerdos penosos.
Los discípulos de Poetzle teorizaron que los ojos hacen cerca de 100.000 fijaciones diariamente. Sólo una pequeña parte de estas fijaciones se experimenta de modo consciente. De alguna manera el contenido percibido subliminalmente es aislado y transformado para su reproducción posterior en los sueños. El descubrimiento sugiere que los estímulos inducidos de modo subliminal actúan con un efecto de reacción retardada de "alarma de reloj" o "bomba de tiempo" sobre el comportamiento.
En 1919 Poetzle estableció una relación entre los estímulos subliminales, la sugestión poshipnótica y la neurosis compulsiva. Un individuo realiza los actos que se le han indicado o programado que haga sin ningún conocimiento de por qué está haciendo dichas cosas.
Investigaciones recientes
El estudio de la percepción subliminal volvió a llamar la atención del público a finales de la década de 1950. En 1957, James Vicary, publicitario estadounidense, demostró eltaquistoscopio, máquina que servía para proyectar en una pantalla mensajes invisibles que pueden ser captados por el subconsciente. Durante la proyección de una película aparecían fotogramas con el siguiente mensaje: "¿Tienes hambre? Come palomitas. ¿Tienes sed? Bebe Coca-cola". Según Vicary el resultado fue asombroso: las ventas se dispararon.
Su teoría fue recogida por el escritor Vance Packard en el libro "Las formas ocultas de la propaganda" que causó preocupación de las autoridades estadounidenses en plena Guerra Fría con la entonces Unión Soviética. Una ley prohibió el uso de publicidad subliminal y la CIA comenzó a estudiar su utilización contra el enemigo.
Sin embargo, cuando los jugadores independientes trataron de replicar el experimento junto a Vicary, el fracaso fue completo. Cuando Vicary publicó su asombroso descubrimiento, su empresa atravesaba graves problemas económicos. En 1962, el autor reconoció públicamente que se habían manipulado los resultados:
“Yo tenía una buena idea para vender: usar los espacios de las películas para introducir mensajes comerciales sin tener que interrumpirlas. Era sólo un truco que no sabíamos si funcionaría, pero la prensa filtró el borrador de un estudio que tenía unos pocos datos que no eran significativos…”.
El último y más grande de todos los análisis científicos de esta teoría fue el meta análisis de C. Trappery en 1996 e incluyó los resultados de veintitrés experimentos diferentes. Ninguno probó que los mensajes subliminales causen efecto de comportamiento compulsivo.3 Tampoco se han probado sus presuntas bondades en métodos para aprender idiomas, bajar de peso o dejar de fumar mientras se duerme.
Sin embargo el meta análisis de C. Trappery de 1996 ha sido refutado diez años más tarde, en 2006, por los investigadores Johan C. Karremansa, Wolfgang Stroebeb y Jasper Claus, del Departamento de Psicología Social de la Radboud University Nijmegen y del Departamento de Psicología Social y Organizacional de la Universidad de Utrecht, quienes citan el experimento de Vicary como un experimento ampliamente desacreditado, y que, sin embargo no invalida la hipótesis de la efectividad de los mensajes subliminales.
Estos investigadores finalmente han demostrado que si las condiciones son las correctas los mensajes subliminales funcionan.

Mensajes subliminales en la música
En los últimos años, también se ha hablado de la existencia de mensajes subliminales en la música,[cita requerida] mayoritariamente ocultados con la técnica backmasking (que puede traducirse al español como “grabar al revés”). Esta técnica, que surgió a fines de los años 60, consiste en insertar mensajes al revés, ocultos en la grabación original, para que sólo puedan oírse si se toca el disco al revés. Se cree que muchos artistas famosos, como The Beatles, han utilizado esta técnica.

 

Publicidad subliminal

En el caso de las imágenes en movimiento el ser humano no es capaz de percibir de manera consciente cada una de las imágenes que se proyectan sobre una pantalla a una cadencia de más de 14 imágenes por segundo. Sin embargo el cerebro sí que es capaz de percibirlas, de tal manera que cualquier mensaje que se inserte por este método puede ser percibido de forma subconsciente, lo que algunos han aprovechado para afirmar que este tipo de imágenes influyen en la voluntad del individuo a la hora de realizar una determinada actividad (consumir un determinado producto o marca; sentir algún tipo de sensación, placentera o repulsiva; o incitar alguna necesidad: sed, hambre, terror, etc.).
En suma, los estudios más recientes en el campo de la publicidad subliminal, finalmente han demostrado que si las condiciones son las correctas los mensajes subliminales funcionan.
Nivel jurídico
En el caso español, la Ley General de Publicidad de 1988 incluye la publicidad subliminal como un tipo de publicidad ilícita definiéndola como:
"... aquella que por ser emitida con estímulos en el umbral de la sensibilidad no es conscientemente percibida"
Hay que apuntar que esta definición no la realizaron juristas propiamente dichos, sino un psicólogo, dado que ninguno de los ponentes sabía exactamente de qué se trataba ni tenía indicios de su existencia. Aun así, se consideró conveniente prohibir dicha manipulación publicitaria.
También en Noruega existen sanciones para quien emita mensajes ocultos en televisión. y en la Unión Europea ha habido una propuesta de prohibir este tipo de publicidad con el fin de proteger a la infancia y a los jóvenes.
Historia
El experimento realizado en 1957 en los Estados Unidos por James Vicary consistió en incluir uno o dos fotogramas por minuto con la marca que se deseaba publicitar (algunas fuentes indican que dicha marca fue Coca Cola, otras fuentes dicen que fue una firma local de palomitas, y otras finalmente dicen que eran ambas a la vez). En 1962 Vicary fue entrevistado por la revista Advertising Age y declaró que el experimento en realidad era un montaje que se llevó a cabo debido a que su empresa pasaba por dificultades económicas.5 De todas estas informaciones se puede deducir que dicha prueba no se ha realizado nunca y es considerada por tanto un tecnomito y como ocurre con muchos otros tecnomitos, se ha difundido a través de numerosas publicaciones carentes de rigor científico.
En 2006, Johan C. Karremans, de la Radboud University de Nijmegen (Holanda), y sus colaboradores quisieron ver si podían inducir subliminalmente a unos voluntarios a tener preferencia por una particular marca de bebida, concretamente Lipton Ice. Para ello eligieron una marca de agua mineral llamada Spa Rood que era igualmente de efectiva para apagar la sed que Lipton Ice. A unos 61 voluntarios se les solicitó una tarea de observación que consistía en que contaran cuántas veces una cadena de "B"s mayúsculas contenía una "b" minúscula infiltrada. Cada cadena de "B"s aparecía por 300 milisegundos, mientras que durante 23 milisegundos aparecía una secuencia sin significado o con el mensaje subliminal “Lipton Ice”. Finalmente se les preguntaba si querían "Lipton Ice" o "Spa Rood" mediante la presión sobre una tecla. Se les decía además que eso formaba parte de otro estudio totalmente distinto. De esta manera pudieron comprobar que los voluntarios que dijeron que estaban sedientos estaban más dispuestos a elegir "Lipton Ice" sólo si habían recibido el mensaje subliminal.
En un segundo estudio los investigadores hicieron que la mitad de 105 voluntarios se sintieran sedientos dándoles un alimento con mucha sal antes de realizar el experimento. Al finalizar, como se había pronosticado, comprobaron que el mensaje subliminal había tenido éxito entre los sedientos. El 80% de estos eligieron "Lipton Ice" frente sólo al 20% del grupo de control que no fue expuesto al mensaje. Sin embargo aquellos que no se encontraban sedientos no escogieron preferiblemente la bebida en cuestión, a pesar del mensaje subliminal. El experimento demostró que en determinadas circunstancias la publicidad subliminal funcionaba.
En 2009, la revista de la Asociación Estadounidense de Psicología, defendió que los estímulos subliminales están subordinados a estímulos asociativos estructurados previamente y que su único papel es el de reforzar una determinada conducta o una determinada actitud previa, sin que haya pruebas concluyentes de que el estímulo que provoca esas conductas sea propiamente subliminal.
Algunos casos denunciados
A causa del experimento de James Vicary y su enorme difusión en el mundo de la publicidad proliferaron ejemplos de casos que aparentemente explotaban impulsos sexuales primarios.
·         Se acusó al anuncio de Vetiver de la marca Puig de publicidad subliminal cuando la modelo sacaba un brazo de la piscina y lo apoyaba en el suelo en la sombra de la entrepierna proyectada por un modelo. La agencia de publicidad respondió que fue una casualidad y que la modelo no tenía instrucciones de colocar la mano en ningún sitio prefijado. También se dice que la botella de Coca-Cola fue diseñada 'subliminalmente' porque su forma recuerda a la de un cuerpo de mujer. Sin embargo, sus creadores afirmaron que el objetivo del envase era ser sujetado sin problemas pese a estar mojado, frío y no tener superficies ásperas, y que la inspiración para su diseño fue la semilla de Cacao.
Todos estos casos suelen ser pareidolias, siendo la única excepción el caso de la película Los Rescatadores (conocida también como Bernardo y Bianca), donde aparece una mujer desnuda en la ventana de un edificio, pero esto solo se puede ver en cámara lenta, mediante un análisis cuadro por cuadro. Altos ejecutivos de Disney afirmaron que dicha imagen había sido insertada no por sus empleados directos, sino por alguno de los encargados del montaje de dicho film (trabajo que había sido sub-contratado). Con todo, miles de copias tuvieron que ser retiradas del mercado.
·         A-style levantó controversia debido a una agresiva campaña publicitaria basada alrededor de su logotipo, una A estilizada que parece simular un encuentro sexual. La marca ha declarado que la polémica detrás del diseño es completamente intencionada 
Estudios acerca de la publicidad subliminal en imágenes fijas
Entre los investigadores a favor es la leyenda Wilson Bryan Key, recopilador de mensajes ocultos en anuncios publicitarios, principalmente asociados con sexo y muerte.11 Uno de sus estudios más citados es el de un anuncio de whisky en el que Key encontró varias figuras ocultas en los cubos de hielo.12 Sin embargo, para otros investigadores Key es alguien con una fijación sexual.
Lluís Bassat sugiere una interesante observación al indicar que el objetivo actual de la publicidad es "conseguir que el consumidor tenga en cuenta la marca cuando toma la decisión", tendencia opuesta al objetivo de la publicidad subliminal. A su vez, Fernando Ocaña hace ver que lo esencial en el campo de la planificación de medios es obtener el mayor recuerdo posible, lo que lleva implícito una percepción consciente y no inconsciente como debería ser el caso.
Los estudios de psicología más difundidos dicen que para que un estímulo pueda producir algún efecto es necesario que sea percibido. Continuamente estamos sometidos a una gran cantidad de estímulos que el cerebro debe anular para evitarnos la locura. Se ha calculado que para poder procesar todos los estímulos que recibe la vista sería necesario un cerebro de un año luz cúbico.
Por otro lado, ciertos descubrimientos de la psicología experimental y las neurociencias, muestran que las transmisiones de información a través de las neuronas responden a la ley del todo o nada. En otras palabras, para que una información se transmita a través de una neurona debe darse un potencial de acción y en ese punto sólo hay dos opciones: o se transmite un potencial de acción o no se transmite. Cuando un potencial de acción se transmite se debe a que los estímulos han superado el umbral mínimo de percepción, pero cuando no lo superan no hay potencial de acción. Teniendo en cuenta que los estímulos subliminales están, por definición, por debajo del umbral mínimo que genera un potencial de acción, cabe argumentar que el cerebro humano no llega a percibir ni consciente ni inconscientemente los mensajes subliminales]
Publicidad asociativa
En ocasiones se confunde la técnica subliminal con la técnica asociativa. Así en ejemplos como:
·         Los anuncios de bebidas alcohólicas suelen ir acompañados de grupos de jóvenes, bien vestidos y exitosos. No sólo es la bebida alcohólica lo que el consumidor adquiere, también obtiene aceptación del grupo social.
·         Un automóvil se anuncia y se asocia con éxito, belleza y virilidad.
·         Los productos para el hogar son anunciados por familias felices y completas (con padre, madre y dos o tres hijos), quienes viven en una casa que indica su posición social.
·         En muchos de los anuncios de productos cosméticos, como lociones o perfumes, es una pareja joven, sensual, bella, quien vende el producto. Esto apela al deseo de las personas de encontrar una pareja con ciertas características estéticas, y a que quienes ya la tienen se sientan identificados.

Emplazamiento

Es también habitual identificar de manera errónea publicidad subliminal con el emplazamiento (product placement en inglés, cuya traducción literal sería producto expresamente colocado).
Uno de los muchos casos existentes lo crearon los productores de Parque Jurásico III, película en la que se pidió apoyo al ejército de Estados Unidos para rodar el rescate final de Isla Nubla. La Infantería de Marina de Estados Unidos ofreció varios barcos, vehículos blindados, soldados y un helicóptero a cambio de que se cambiara la frase del guion "Alguien que tiene un amigo en el Departamento de Defensa" por "Alguien que tiene un amigo en los Marines" y el helicóptero girara frente a la cámara mostrando al público la inscripción "Marines".
Los mensajes subliminales (sub-liminal: por debajo del umbral) son aquellos que acceden a nuestro sistema cognitivo sin que nos percatemos conscientemente de que esto sucede. El primer experimento que demostró que un mensaje emitido a espaldas de la conciencia podía, fue realizado por James Vicary en 1956 en Fort Lee, un barrio de New York en un cine se proyectaba la película Picnic. Como ya mencionamos antes los mensajes subliminales han existido desde hace ya mucho tiempo, solo que poco se sabe si en verdad estos mensajes han servido para aumentar las ventas de los productos que utilizan este recurso. Coca – Cola Company es una marca muy reconocida de refrescos en todo el mundo, con ventas muy altas en todos sus refrescos y categorías que esta famosa marca tiene. En esta investigación nos damos a la tarea de indagar en lo comerciales, en los espectaculares y promocionales que la marca Coca – Cola utilizo en el año 2013 para ver que tanto usan este recurso y cuanto es que incrementaron las ventas en ese año. Análisis del logo con propósito subliminal. Mucha gente conoce el supuesto mensaje racista del logo. Se dice que al colocar la lata de forma vertical y boca abajo podemos ver un hombre blanco escupiéndole a un negro. Cuando ya lo hemos visto por primera vez, es difícil dejar de ver las dos caras con sus ojos, bocas y narices entre las letras del logotipo. Pero, en un logo en rojo y blanco, nos cuesta ver las diferencias raciales entre las dos caras. Los rumores dicen que el personaje de abajo tiene los labios y la nariz más gruesos... Musulmanes de todo afirman que el logo de Coca-cola invertido se puede leer en árabe como “Ni Mohammed ni Meca”. Comercial de Navidad Como parte de esta investigación analizaremos el video en donde se usan a los osos polares, los cuales la mayoría de las personas sabemos que los usan para dar publicidad masiva a la bebida de Coca Cola, en temporada de navidad, hoy veremos un anuncio televisivo que fue lanzado en diciembre, pero que después de un periodo fue puesto a luz el verdadero mensaje que tenía este anuncio de publicidad. En el vídeo veremos al oso polar grande y a uno pequeño como muestra la Imagen, pero de bajo de ello se refleja una imagen pintada en rojo, que al parecer es una imagen diabólica. Como dije antes después de varios meses y de varias investigaciones se dieron a conocer todas las pruebas que contiene este vídeo, al ser presentado en cámara lenta se puede apreciar la imagen claramente.
Conclusiones
Ha pasado mucho tiempo desde los primeros experimentos llevados a cabo por Peirce y Jastrow (1884) o los estudios de Black y Bevan (1960), y las técnicas de persuasión subliminal han evolucionado considerablemente. No obstante, la existencia de la publicidad subliminal en concreto es un tema que continúa provocando controversias. Aunque es aceptada como un hecho real, y cuenta con una interesante bibliografía, para algunos investigadores, psicólogos y publicistas la publicidad subliminal tiene mucho de leyenda urbana; sin embargo, las investigaciones más recientes finalmente han demostrado que si las condiciones son las correctas los mensajes subliminales funcionan

06  TEORIA DE LOS MENSAJES SUBLIMINALES

PSICOLOGÍA Y PUBLICIDAD.

USO DEL MENSAJE SUBLIMINAL



La Psicología es en la actualidad una disciplina básica en el desarrollo de la publicidad como mecanismo persuasor de venta de productos de todo tipo. Sin embargo el uso del mensaje subliminal se ha generalizado y constituye una bomba de tiempo de manipulación inconsciente de la mente humana, apareciendo incluso en cintas de Disney. Los primeros experimentos se hicieron en la década del 50 y desde allí se han comenzado a utilizar de forma solapada, siempre negándose su existencia por parte de las agencias publicitarias. De trasfondo en este tema se encuentran las leyes de la Psicología de la Gestalt, y desde allí se han ocupado de su estudio autores como James Vicary, Vance Packard, Joan Ferres, Wilson Key y Juan Manuel de Colina.

INTRODUCCIÓN

Existen diversas concepciones sobre Publicidad por diferentes autores. Por ejemplo Wells,Burnett y Moriarty en 1996 refieren que es “comunicación impersonal pagada por un anunciante identificado que usa los medios de comunicación con el fin de persuadir a una audiencia, o influir en ella" . Stanton y Futrell en 1989 por su parte constatan que "La publicidad consta de todas las actividades con que se presenta a un grupo un mensaje impersonal (tanto verbal como visual), patrocinado y relacionado con un producto, servicio o idea".
Sin embargo es más sencillo afirmar que la publicidad es una técnica de promociones, cuyo objetivo fundamental es informar al público sobre la existencia de bienes o servicios a través de los medios de comunicación para persuadir a la población, mantener e incrementar las ventas, haciendo uso para ello de numerosas disciplinas tales como la psicología, la sociología, la estadística, la comunicación social, la economía y la antropología. Cabe destacar que en ocasiones se confunde el término "publicidad" con el de "propaganda", al respecto es importante comprender que la propaganda busca la propagación (y persuasión) de ideas políticas, sociales, morales y religiosas sin fines directamente económicos .
La publicidad crea o excita las necesidades, los deseos, las pasiones y minimiza los esfuerzos necesarios del individuo para satisfacerlos. La publicidad sólo es eficaz cuando existe el germen de un deseo o de una opinión común, de forma consciente o inconsciente, en cada uno de los individuos a los que se dirige. Para conocer el auge de la publicidad es necesario conocer sólo en 2001 las cadenas de televisión emitieron un millón y medio de anuncios (El País, 20 mayo 2002). Algunos de los mensajes y los valores más recurrentes en estos medios son:
  • Culto al cuerpo y a la belleza                       
  •  Culto a la eterna juventud
  • Infantilismo en los adultos, y niños adultizados
  • Mercantilización del sexo y violencia sexual
  • Sexismo. Degradación y frivolidad en la imagen que presenta de la mujer como objeto erótico-escaparate.
  • Apología de la violencia como conducta plausible y efectiva. La violencia como un hecho cotidiano.
  • Trivialización de la muerte.
  • Potenciación del estilo de vida americano.
  • Consumo. Tener es poder.
  • Competitividad, en todo y por todo.
  • Individualismo, insolidaridad.
  • Falta de compromiso y de respeto intergeneracional.
  • Idealización del estatus.
  • Éxito.
  • Fama.
  • Supremacía y poder de la marca. Tiranía de la moda.
  • El dinero como valor en sí mismo.
La primera publicidad que se creó para la compañía de Coca-Cola fue una producción conjunta de Edgar Bergen y Charlie McCarthy en el “Día de acción de gracias” norteamericano, en 1950. La agencia que llevó a cabo esta producción fue la D'Arcy Agency of St. Louis, la misma que había estado a cargo de promocionar la bebida desde 1906. El comienzo de las promociones fue modesto: algunas campañas en periódicos. Arthur Lee era la cabeza creativa de la agencia y fue el creador de eslóganes inolvidables como “La pausa que refresca”. Ya desde los inicios del surgimiento publicitario de Coca-Cola se hacía alusión a dos instancias atractivas para quien consumiera esa publicidad gráfica. Por un lado, cuando se tomaba Coca-Cola, se hacía una “pausa”, lo cual relaciona el producto con algo beneficioso, como el corte con la rutina, el ratito de libertad de la persona; por el otro su calidad de “refrescante”, lo cual alude a un valor positivo que el consumidor del producto adquiriría al elegir la bebida. 
En este sentido, el psicólogo social Joan Ferrés considera que hay cuatro concepciones erróneas que no permiten alcanzar la lucidez en el análisis de uno mismo y que tienen incidencia en el estudio de los efectos de la televisión: el falso mito de la libertad humana (una persona se considera libre si hace lo que quiere y lo que desea, pero una persona no es libre si está condicionada por sus deseos. Su libertad tiene que ver con la capacidad interna de elegir. Las limitaciones están presentes en los individuos por la inducción más o menos inadvertida de deseos y temores. Y es lo que hace la televisión. Incide en la voluntad, mediante la canalización interesada de las emociones, los sentimientos, deseos y temores), el falso mito de la racionalidad (vivimos convencidos de que nuestra conducta y sus consecuencias son producto de la razón y de la lógica, pero el hombre, por la conveniente capacidad de sus emociones, burla a la razón. La racionalización es un proceso que actúa como un mecanismo de defensa y permite que la persona busque argumentos lógicos que sirvan para la justificación de las decisiones, es decir, que se dan falsas razones que encubren los auténticos motivos, dando apariencia de racionalidad), el falso mito de la conciencia (las personas creen que controlan conscientemente sus decisiones y creencias si tener en cuenta la existencia del inconsciente que se encuentra constituido por deseos e impulsos que no están al alcance del pensamiento consciente), el falso mito de la percepción objetiva (la percepción se forma de un tiempo de selección y otro de organización. El hombre no puede conscientemente procesar los millones de estímulos que percibe. Cada vez que una persona adquiere nuevos conocimientos, estos se apoyan sobre esquemas o estructuras mentales. Estos actúan como filtros de los múltiples estímulos y orientan la interpretación de lo que se percibe. Todas las percepciones que recibe el hombre están condicionadas por la cultura en la cual la persona se desarrolla). 
Estos aspectos son aplicables a la elección de un producto vendido a través de una publicidad, de manera tal que quien elige Coca Cola como su bebida cree que es consciente de que la consume por decisión propia; sin embargo, los factores emotivos y los mensajes subliminales están influyendo acabadamente en su decisión. Los estudiosos de situaciones han captado que en el seno de la cultura electrónica producida dentro de una sociedad del consumo y del ocio cualquier mensaje medial se convierte en espectáculo, entendiéndose por mensaje el comunicado emitido y recibido a través del medio. El asunto es de enorme complejidad aunque, siempre, los mensajes mediales más acertados son de aparente sencillez y por ello mismo de fácil asimilación. Todo mensaje se elabora en función de alguna finalidad, inclusive cuando el emisor no parece ser consciente de ello, la verdad medial es que todo comunicado tiene su porqué implícito a través del cual siempre se intenta producir algún tipo de efecto, el cual generalmente es más emotivo que racional, más intuitivo que analítico, más concreto que universal y más subconsciente que consciente. Al estudio de los mensajes subliminales en la Publicidad se dedica este trabajo.

DESARROLLO

La publicidad funciona dentro de una estructura de mercadotecnia. La American Marketing Association define la mercadotecnia como  “el desempeño de actividades comerciales que dirigen la corriente de bienes y servicios del productor al consumidor o usuario”.
En relación con los efectos psicológicos ocasionados por los mensajes publicitarios y de propaganda nace en Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial una ciencia aplicada que conocerá un notable desarrollo hacia los años sesenta, cuando las exigencias de la persuasión publicitaria y la competitividad del mercado exigían instrumentos psicológicos más precisos que rudimentarios con los que se afrontó la psicología de guerra o la estrategia de la propaganda política. El principal representante de este movimiento científico es Carl I. Hovland, que salió en 1942 de la Universidad de Yale para trabajar al servicio del ejército de Estados Unidos. Su principal tarea era la de programar y medir el efecto de filmes destinados a mantener la moral de los soldados. Se parte de la exigencia política de convencer a la población o grupos sociales determinados de la conveniencia de aceptar como positiva una determinada idea. No se trata ya de saber simplemente cómo opina la gente sino de hacer que la gente actúe de una determinada manera. Los estudios realizados por esta corriente psicológica demostraron que: para la eficacia persuasiva de los mensajes resulta de una importancia extrema el prestigio y habilidad de la fuente, la presencia del factor sorpresa contribuye decisivamente a la eficacia de los mismos; para su mayor efectividad resulta más adecuado iniciar el discurso transmitiendo los contenidos agradables para finalizar con los desagradables y estos deben implicar una determinada dosis de temor que traerá consigo un mayor impacto persuasivo.
Estas construcciones teóricas pueden ser estudiados en la actualidad y aplicados a situaciones que poco tienen que ver con lo bélico, pues si se hace referencia al prestigio de la fuente es apreciable que por ejemplo, Coca-Cola, siendo una de las marcas más reconocidas en todo el mundo, con los años ha adquirido más prestigio y, por consiguiente, más credibilidad. Nada hace falta decir a cerca de la habilidad de esta fuente. Coca-Cola es la gran estratega; sus estudios sociológicos y de mercado dan a la compañía datos precisos que contribuyen al éxito de la recepción. Los otros aspectos abordados también son puestos en práctica, debido a que los mensajes de la marca son siempre agradables y positivos, eso la hace tan popular y “bienvenida”, se puede plantear que el factor sorpresa está incluido en muchos de los comerciales, al igual que la dosis de temor, pues aunque es cierto que aquí no se amenaza a nadie, en cierta manera es el sentido de pertenencia lo que está en juego. Se puede considerar que el mensaje subliminal es el siguiente: “Si no consume Coca-Cola, está usted afuera”. Y esto, definitivamente, causa temor, nadie quiere “no pertenecer”, por eso se entiende que la cuota de temor está implícita. Hace ya algunos años que los psicólogos vienen experimentado sobre los efectos subliminales, tanto visuales como auditivos.
Los mensajes subliminales (sub-liminal: por debajo del umbral) son aquellos que acceden a nuestro sistema cognitivo sin que nos percatemos conscientemente de que esto sucede. Con respecto al tema ya en el siglo IV A.C. el filósofo griego Demócrito afirmaba que "hay muchas más cosas perceptibles de las que podemos percibir conscientemente". Platón, Aristóteles reconocieron fenómenos equivalentes. O sea, es un error creer que sólo existe percepción de aquello de lo que se es consciente. Los efectos subliminales poseen cierta explicación desde el punto de vista fisiológico. Parece que la sensibilidad del ojo y del oído se incrementa a nivel del cerebro; la audición subliminal existe cien puntos a nivel por encima de cualquier débil sonido susceptible de ser captado por el oído. El ojo humano es lento y sólo percibe conscientemente imágenes transmitidas a determinadas velocidades y posee una característica denominada "resistencia retiniana" que consiste en que la última imagen que hemos visto se mantiene durante décimas de segundo en nuestra retina. Gracias a esta característica, es posible que exista el cine que, se basa en el paso a una determinada velocidad de imágenes fijas (24 por segundo) que proporcionan una sensación ficticia de movimiento. Aunque entre fotograma y fotograma la pantalla queda en negro por el paso del obturador, conscientemente no se percibe por la citada "persistencia retiniana". Por lo tanto, es posible proyectar imágenes invisibles para el ojo humano. Esos mensajes, no obstante, son captados por el cerebro, que a nivel inconsciente está demostrado puede recibir y almacenar imágenes a mucha más velocidad. .
Otro fenómeno que provoca estímulos subliminales es la "defensa perceptual" (el estímulo supraliminal actúa como subliminal). Se plantea que todo lo que agrede a la conciencia y al sistema ético con implicaciones emocionales negativas, es ignorado por la mente. El ser humano tiene la capacidad de bloquear información cuando ésta se opone a sus valores conscientes. Dicha información, no obstante, evoca sentimientos o deseos y llama la atención sobre cosas de las que la conciencia no tiene noticia. (Ej: estímulos homosexuales en anuncios de cigarrillos o bebidas). Los creadores de anuncios publicitarios conocen esto y lo aplican en sus anuncios. Camuflan estímulos por diversas partes del anuncio sabiendo que se harán efectivos en sueños o en cualquier momento posterior. Con respecto a dicho tema en Norteamérica, se realizaron experimentos que pasaron totalmente desapercibidos hasta la publicación en 1957 del libro de Packard "Los persuasores ocultos", que sensibilizó a la opinión pública sobre las sofisticadas técnicas de manipulación de la publicidad y levantó una amplia polémica acerca de la legalidad de estas actividades. Los avances en estas técnicas permitieron a la burguesía un gran paso en el manejo de la complejidad psicosocial que aumentaba sus beneficios mediante la mercantilización de la miseria psicológica de masas, su tensión y frustración cotidiana, creando una industria específica para multiplicar: “la venta de ocho necesidades ocultas” que realiza el capitalismo con efectos demoledores que Packard sintetiza así: 1. Vender seguridad emocional; 2. Vender afirmación del propio valor; 3. Vender satisfacción por el propio yo; 4. Vender escapes creadores; 5. Vender objetos de amor; 6. Vender sensación de poder; 7. Vender sensación de arraigo; y, 8. Vender inmortalidad; y simultáneamente, el desarrollo expansivo de la industria de vender “necesidades ocultas” se orientó a obtener “el sí mecanizado” para lo que estas grandes empresas “cedieron a la tentación de dedicarse a moldear mentes en gran escala”. 
El profesor José Lorenzo González en su libro "Persuasión Subliminal y sus técnicas" ofrece una definición muy ajustada de la percepción subliminal. "Se denomina percepción subliminal a la captación de un estímulo que, por diversas circunstancias, como baja intensidad, falta de atención o breve duración del mismo, no alcanza la representación consciente y, sin embargo, determina la conducta de la persona al margen de su voluntad consciente (...) El nombre de percepción subliminal, atendiendo al significado de la palabra, alude solamente a la captación de estímulos por debajo del umbral sensorial mínimo y, por extensión a los que se hallan por encima del umbral absoluto superior".  (Colina, J. (2003) Percepción Subliminal)
Pero en 1968 Leibniz hizo referencia a la percepción subliminal proponiendo la noción de que “existen innumerables percepciones prácticamente inadvertidas, que no son distinguidas lo suficiente como para percibirlas o recordarlas, pero que se vuelven obvias a través de ciertas consecuencias”. Durante la última parte del siglo XIX y principios del XX, Freud y sus colegas investigaron nuevos conceptos y teorías sobre el consciente y el inconsciente. La teoría del sueño de Freud creó la base sobre la cual Poetzle hizo uno de los primeros descubrimientos importantes a cerca de la percepción subliminal.
Por otra parte, se realizó una experiencia de la publicidad subliminal que es aun recordada en la actualidad. Este experimento fue dirigido por James Vicary, uno de los psicólogos sociales más conocidos por sus aportaciones a la publicidad en el terreno de las investigaciones motivacionales. Se realizó en un cine de New Jersey, durante las seis semanas que duró la exhibición de la película Picnic. En este período, se insertaron a través de una máquina especial (taquitoscopio) sincronizada con el proyector, flashes lanzados a una velocidad de 1/3000 de segundo, con los mensajes: "¿Tienes hambre? come palomitas, y bebe Coca-Cola".

El total de la muestra fue de 45.699 individuos, sobre los que se realizó el estudio de efectividad. La publicidad subliminal se incluía en días alternos, para así poder comprobar las diferencias en el comportamiento de los consumidores. Los resultados establecieron un incremento en la venta de palomitas del 57,7% en los días en los que se incluían los mensajes subliminales y también un aumento de un 18% en las consumiciones de Coca-Cola. Los expertos echaron la culpa de la menor eficacia en las invitaciones a consumir la bebida al mal tiempo y consideraron que con el apoyo de la frase "Hace calor" o "Tengo sed" se hubieran incrementado aún más las ventas del popular refresco. En los meses siguientes se publicaron decenas de artículos en los diarios y revistas más importantes de EE.UU., en los que se criticaban duramente estas prácticas y en muchos casos se exigía una legislación que sancionara expresamente su uso, estimando que se trataba de un atentado a la libertad individual. También en las revistas especializadas, aparecieron trabajos que sacaron a la luz las distintas investigaciones que se estaban realizando en los laboratorios de psicología, sobre la percepción inconsciente. El tema se mantuvo de actualidad hasta finales de 1958, y poco a poco las críticas se fueron callando sin que prosperara ninguno de los proyectos legislativos que se presentaron en diferentes estados norteamericanos. Solamente en los códigos deontológicos se consiguió incluir a la publicidad subliminal como una práctica no recomendable para los profesionales. En los años sesenta la cuestión perdió todo el interés para los medios de comunicación. Parecía que se daba la razón a los que se habían esforzado en demostrar que la "travesura" de Vicary no era más que un "juego de psicología recreativa", sin mayor trascendencia. Sin embargo, en la actualidad ha sido retomada como estrategia publicitaria debido al auge económico que desencadena una fiebre consumista y produce el estallido de una feroz guerra en todos los sectores empresariales. La publicidad ocupó un puesto de privilegio en las batallas más encarnizadas, actualizando a gran velocidad sus estrategias para lograr la máxima eficacia a cualquier precio.
En 1973, Wilson Bryan Key, con la publicación de su libro "Seducción Subliminal", puso nuevamente la cuestión de actualidad en los EE UU. La obra, un texto fundamental para todos los que se interesan por este fenómeno, da a conocer muchas de las técnicas empleadas para producir mensajes subliminales. Además, en ella se denuncia con dureza la impunidad con la que trabajan los expertos en la manipulación psicológica: "La percepción subliminal es un tema que casi nadie quiere creer que exista, y si existiera, son menos aun los que piensan que pueda tener una aplicación práctica. Sin duda resulta más fácil ignorar simplemente lo que pasa (...) Todos hemos sido embaucados y manipulados con estímulos subliminales que los mercaderes de la comunicación dirigen a nuestro subconsciente. Estas técnicas son utilizadas ampliamente por los medios de comunicación, la publicidad, las agencias de relaciones públicas, las compañías industriales y comerciales e incluso el mismo gobierno federal. Todos han sabido guardar muy bien el secreto. El ciudadano común, así como la mayoría de los sociólogos e intelectuales, simplemente no saben lo que está sucediendo. Por otro lado, y todavía más sorprendente, parecen no querer saber lo que ocurre".
 Los problemas que derivan de este tipo de técnicas son varios; así pueden ser condenables por la manipulación que estas técnicas suponen en la voluntad de las personas, como también, por los riesgos que comporta su utilización para la salud mental de los individuos.

CONCLUSIONES

Hoy en día las publicidades se transmiten apelando a las emociones del receptor de manera que no sea consciente y la recepte sin cuestionamientos. Las personas no toman conciencia de que son manipuladas mediante la publicidad debido a cuatro factores: el falso mito de la libertad humana, el falso mito de la racionalidad, falso mito de la conciencia y el falso mito de la percepción objetiva. Mediante el uso de mensajes subliminales los creadores de anuncios transmiten información de forma de camuflaje, que es recibida de forma inconsciente, para provocar emociones y deseos consumistas en la población respondiendo a los intereses de quienes manipulan con fines comerciales el mecanismo más íntimo, profundo y complicado del sistema nervioso humano. La Psicología es la disciplina dentro del marketing encargada de estudiar estos mensajes, al público a quien se dirige, y así crear la maquinaria que penetra la cognición humana para llevarlo a pensar, sentir, y actuar de la manera propuesta. Aunque esta manipulación ha sido criticada e incluso prohibida en un tiempo, se practica, aunque en la actualidad los publicistas siguen negando su uso, aún con pruebas fehacientes de su existencia y resultados.

Neuromarketing
Nota publicada en el diario Clarín del 04 de Junio de 2018

07  Neuro marketing

Con inteligencia artificial, buscan captar
sentimientos y llegar al "corazón" del público

Las empresas usan cámaras, sensores y pulseras para registrar las expresiones, los cambios en el habla y hasta el ritmo cardíaco del consumidor. 

 Contra la teoría neoclásica, que sostiene que las decisiones que toman los consumidores se basan en procesos racionales, hay una corriente que asegura que todas las elecciones están vinculadas a la parte emocional. Hacia allí apunta el neuromarketing, una corriente que busca reconocer las señales que revela el cuerpo al experimentar determinadas sensaciones. Para obtener esta información, los investigadores recurren a cámaras, sensores y pulseras, que captan las expresiones, la mirada, los cambios en el habla y los gestos de las personas; y luego procesan estos datos a través de inteligencia artificial para decodificar sus sentimientos.

Uno de los pensadores que ayudó a cimentar este concepto es Richard Thaler, quien por sus contribuciones a la economía del comportamiento obtuvo el Premio Nobel de Economía 2017. El neuromarketing estudia cómo se ilumina el cerebro de acuerdo a los niveles de sorpresa, angustia, felicidad o tristeza que se disparan al enfrentarse con un estímulo y cuál es el que predomina en la memoria.
Aplicando el modelo de análisis de las redes sociales, FOX Networks Group junto a Harvard Business School y UC Berkeley, realizaron un estudio para medir el impacto de los contenidos publicitarios en TV para lograr avisos personalizados. La idea es que si se identifica, por ejemplo, que los espectadores tienen tendencia a comer helado al ver una historia de suspenso, ofrecer publicidades de este producto al proyectarlas.
Esta forma de medición, considerada revolucionaria frente a las que se utilizan en la actualidad, se vale de una pulsera tipo fitness que registra los latidos del corazón.

“Los participantes usan un brazalete con un sensor PPG (fotopletismograma) para recoger la Variabilidad de la Frecuencia Cardíaca, que es la métrica que utilizamos. Una app recibe la información fisiológica del participante y la envía por Wi-Fi a un servidor que la recolecta y procesa. Según la coincidencia en cada segundo es posible determinar qué contenido generó engagement en cada participante”, le contó a Clarín Felix Oberholzer, profesor de la unidad de estrategia profesor Administración de Negocios en la Harvard Business School.



El objetivo es comprender cómo la audiencia se conecta con las impresiones visuales, el porcentaje en la retención de marca y la intención de compra. “El primer estudio se llevó adelante en México. Este año lo realizaremos en Argentina y Brasil y así podremos identificar similitudes o diferencias culturales en cuanto al engagement generado por diversos contenidos televisivos”, sostiene Daniela Novick, vicepresidente de Investigaciones de FOX Networks Group.
Otra de las modalidades de estudio es el eye tracking, unos lentes especiales que miden el nivel de curiosidad del consumidor y analizan en qué marcas o productos se fija la atención visual. Una de las firmas que provee esta tecnología es la firma mexicana
 Eye on Media, que utilizan la Tobii Technology.


Desde hace varios años Microsoft viene desarrollando sistemas de reconocimiento que le permite seguir los movimientos, e incluso evaluar la participación y reacción de la audiencia a través de expresiones faciales. Una solución que ya se puso en práctica en las tiendas Macy’s consta de un agente virtual que conversa con los clientes. Mientras que Mattel, utilizó Kinect for Windows para crear el “Dream Closet” de Barbie. Un vestidor virtual donde los chicos pueden ver a su muñeca utilizando diferentes estilos y atuendos.
“El comercio inteligente es el corazón de la revolución de la innovación que estamos viviendo, ya que permite a diferentes industrias desarrollar nuevos negocios basados en experiencias de compra más integradas y personalizadas que hoy la Inteligencia Artificial, Internet de las Cosas, y la Analítica Avanzada vuelven posible. Muchas de estas tecnologías se nutren de datos que se utilizan para generar algoritmos que permiten producir estadísticas aplicadas a sistemas, que exponen información oculta y nos facilita entender patrones de conducta difíciles de distinguir a simple vista”, detalla Ezequiel Glinsky, director de proyectos de transformación digital de Microsoft Argentina.


También los estudios de Disney salieron a evaluar la respuesta que tiene el público de sus películas. Se trata de un algoritmo llamado Autocodificadores Variacionales Factorizados (FVAE), desarrollado en conjunto con la universidad Simon Fraser, en Canadá y su función es predecir si el filme es del agrado del espectador, analizando sus expresiones faciales por 10 minutos. El mismo fue probado con éxito en funciones previas al estreno comercial de "El libro de la selva", "Star Wars: El despertar de la fuerza" y "Zootopia".
Siguiendo la misma ruta, la cadenas hotelera Campanile utilizará esta tecnología para averiguar la opinión del cliente de forma no instrusiva y sin molestias. Así, mediante el reconocimiento facial, pretende mejorar los protocolos de atención al cliente.
Asimismo, la firma Tesca está ultimando los detalles para instalar pantallas en las estaciones de servicio estadounideses para escanear las caras de los clientes, determinando su sexo y edad, con la finalidad de ofrecerles anuncios a la carta.


En una instancia más avanzada, la firma Affectiva desarrolló un software de reconocimiento de emociones que analiza las expresiones faciales para intentar determinar cómo se siente el consumidor frente a la góndola. Sin embargo, como los gestos sólo reflejan un segmento de la huella emocional, la compañía está a punto de sumar un sistema que coteja las modulaciones vocales, para obtener variables más precisas.
“Los humanos expresan emociones a través de múltiples canales. De acuerdo a los estudios de comunicación no verbal, las palabras influencian sólo en un 7% la percepción de un estado afectivo. El tono de la voz y el lenguaje corporal contribuyen otro 38% y la comunicación personal aporta otro 50%. Cuando estamos mirando la cara, solo estamos cubriendo una frecuencia para estimar el estado emocional. Queremos un segundo canal de información”, declara Taniya Mishra, investigadora científica de Affectiva.


La privacidad, en jaque
Mientras el estómago del Big Data se alimenta con fuentes de todo color y procedencia, muchos se preguntan cuál es el alcance de las garantías de confidencialidad. “Desde la mirada de la ética y la responsabilidad social, la gestión del Big Data presenta un nuevo y serio desafío para estas empresas: el manejo de estos datos, tanto en lo referido a la confidencialidad y protección de los mismos, como al uso que se les puede dar, mediante su procesamiento”, indica Julián D'Angelo, coordinador ejecutivo del Centro Nacional de Responsabilidad Social Empresarial de la UBA.

En nuestro país, cualquier información recolectada sobre una persona física por parte de una empresa está enmarcada en lo que dispone la Ley 25.326 de protección de los datos personales. Y para ser usada es necesario contar con el consentimiento. “Ese consentimiento debe ser libre, expreso e informado y la empresa debe informar el uso que le podrá dar a los mismos. En consecuencia, cualquier dispositivo que recabe algún dato o información de una persona, para ser procesado mediante un programa informático, si no cuenta con el consentimiento de ese individuo, no solo es antiético, sino que también es ilegal”, proclama D'Angelo.
Ver Youtube: Neuro marketing en 9 minutos




08  TEORÍA HIPODERMICA



Teoría de los efectos 

Las teorías: liberal, de responsabilidad social y funcionalista suponían que los medios tienen gran poder, y favorecieron el nacimiento de la teoría lineal de audiencia de los ‘efectos’ especialmente en EE.UU. durante los años 1920 y 1930. En ella la comunicación se entiende como un proceso lineal, en el que la 'eficacia' de la comunicación está centrada en el emisor, y el sujeto receptor es el polo más frágil y pasivo, que está condicionado para imitar automáticamente lo que vea en los medios. Este modelo se aplica en muchos aspectos: para la educación ("estímulo-respuesta"), para ver cómo las condiciones sociales influyen en los efectos, para estudiar los efectos de la publicidad a corto y largo plazo, para el difusionismo, para planificar los mensajes, y para darle a la audiencia la información que busca. 

Se usan varias metáforas para describirla: modelo linear de transporte de información (de un punto a otro), teoría hipodérmica (el emisor de la información tiene un efecto sobre el destinatario, sin que éste se de cuenta), modelo bala mágica de transmisión, persuasión retórica teorías del influjo Se llama teoría ‘hipodérmica’ por cierta semejanza con la aguja hipodérmica: los mensajes se consideran como una medicina inyectada en un cuerpo, que produce sus efectos, pero sin que el paciente pueda controlar los resultados. La teoría hipodérmica se desarrolla entre las dos Guerras Mundiales, y en la práctica es una teoría sobre la propaganda. 
He aquí los pasos históricos: 

Los padres de familia, los clérigos y los educadores quedaron alarmados a comienzos del siglo pasado XX ante aquellos medios tan poderosos, que podrían corromper la juventud. Ellos comenzaron a echar la culpa a los medios por el crecimiento de la violencia, de la licencia sexual y del crimen, y acudieron a los políticos para que impusieran controles.  
Hay cuatro fases históricas en esta teoría de los efectos : 
1ª fase (1900-1930): “la teoría de los medios todopoderosos”. Se adoptó esta teoría ‘a priori’ sin ninguna investigación previa: simplemente se creía que eran muy poderosos. Aquí el concepto de ‘comunicación’ es unívoco y transmisor. El papel del receptor es nulo. Así surgen el ‘modelo hipodérmico’, el del ‘estímulo-respuesta’ y el modelo de ‘bala mágica’. 

2ª fase (1930-1960): “la teoría del efecto limitado”. Comienzan a desarrollarse las investigaciones empíricas.
Por ejemplo, Joseph Goebbels había sido el director de la tarea comunicativa del Partido Nazi y el gran arquitecto del ascenso al poder. Una vez en el Gobierno y con las manos libres para monopolizar el aparato mediático estatal, Goebbels prohibió todas las publicaciones y medios de comunicación fuera de su control, y orquestó un sistema de consignas para ser transmitido mediante un poder centralizado del cine, la radio, el teatro, la literatura y la prensa. Era también el encargado de promocionar o hacer públicos los avisos del gobierno. Usó mucho lo que hoy en día se conoce como el marketing social, ensalsando muchos sentimientos de orgullo, promoviendo muchos odios y en muchas ocasiones mintiendo y convenciendo de cosas muy alejadas de la realidad.






A Joseph Goebbels se le atribuye mucho de propaganda moderna, entre ellos sus 11 principios 




1.     Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo. 
2.     Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada. 
3.   Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. «Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan». 
4.   Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave. 
5.   Principio de la vulgarización. Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar. 
6. Principio de orquestación. La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. De aquí viene también la famosa frase: «Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad». 
7. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones. 
8.  Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias. 
9.    Principio de la silenciación. Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines. 
10.   Principio de la transfusión. Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas. 
11.   Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente de que piensa «como todo el mundo», creando una falsa impresión de unanimidad. 

Y comienza la verificación de los medios omnipotentes. Los investigadores encontraron que los medios producen efectos, pero operan desde una red ya preexistente de relaciones sociales, que determinan los estilos de disfrute y el tipo de influjo que ejercen. En consecuencia, se abandonan las teorías de transmisión. 
Después de varias investigaciones ve que los medios no son una causa necesaria o suficiente de los efectos en la audiencia, sino que actúan a través de diversos factores mediadores. Los medios no son todopoderosos, sino tienen efectos 'limitados', al menos en algunas áreas. En el caso de los niños la influencia de los medios queda modificada por la influencia de la familia, la escuela y los grupos de amigos. Aunque es verdad que estos tres factores externos también están influenciados por los medios. Se habla de la ‘relativa impotencia de los medios’ o de una conclusión de ‘efecto mínimo’. 



3ª fase (1960s): El redescubrimiento de los medios poderosos. De nuevo se atribuye gran influjo y poder a los medios, pero menos que en la primera fase. Se reconoce que los medios influyen a través de determinados procesos sociales. En las investigaciones entran muchas variables, como actitudes, emociones, opinión pública, creencias, ideologías, etc. Y de nuevo se habla del modelo de la aguja hipodérmica. Aún hoy sobrevive esta fase en la teoría del ‘cultivo’ y en la de la “espiral del silencio”

4ª fase (1970s): Teoría de la influencia negociada de los medios con el aumento del poder de la audiencia activa. La propia identidad y el contexto social servirán de refuerzo al mensaje, de contradicción o de negociación, según los casos. Antes la pregunta era: ¿Qué hacen los medios a las audiencias? Ahora comienzan a preguntarse: ¿Qué hacen las audiencias con los medios? . Los medios suministran significados socioculturales, que, de todas formas, deben ser interpretados, y a menudo reestructurados por el público. En esta fase se adopta una metodología cualitativa, y encuentra referentes teóricos en el constructivismo  

Crítica a la teoría de los efectos. Indican que hasta mediados de los años '60 (y aun hoy día) había prevalecido el modelo positivista, conductista, y esencialmente psicológico de los efectos, centrado en los medios, e impuesto por la fuerza del mercado. Se criticaba este modelo por la influencia negativa de los medios, pero no el sistema socio-económico que permitía que hubiera tal influencia. 
Los estudios culturales critican tanto lo inadecuado de las teorías de audiencia usadas como sus presupuestos, por ejemplo, en el caso de los efectos. Reclaman que hay un entendimiento inadecuado de cómo y por qué la audiencia usa los medios, y cómo los medios influyen en ella. Su ejemplo clásico es la violencia en los medios. Si se ciñe el estudio a cuantificarla en el contenido de los medios, en la cantidad de tiempo que aparece en los programas, y en la cantidad de inclinación a ella (o contra ella), habría que prohibir también a Shakespeare ya la Biblia. Estas medidas cuantitativas no consideran el significado de violencia para el autor o para los espectadores que por generaciones ven, interpretan y re-crean su propio significado de la violencia de Shakespeare.  La violencia no se puede ocultar. Es algo de la realidad. Todo depende cómo se presenta. Shakespeare y la Biblia la cuentan pero no hacen una exaltación de ella, sino que la condenan. En Europa, más bien estudiosa de la psicología profunda de la tradición freudiana, los psicólogos miraron con recelo el modelo conductista. Los resultados de los estudios recientes de audiencia, que dan más importancia a la experiencia habida y al contexto en la interpretación de los mensajes de los medios, han llevado incluso a cuestionar las etapas del crecimiento infantil de Piaget, consideradas demasiado discretas y distintas, y siguiendo un orden demasiado lógico. Se le acusa de ser fenomenológico, sin considerar el complejo entorno social que le rodea. Pero ya estaban surgiendo teorías que matizaban que tales efectos directos sólo se daban en condiciones psicológicas y socio-económicas especiales. Para los años 1970 tal modelo linear de los efectos dejó de ser dominante en el mundo académico. 



El mero actuar de los medios tiene algo de determinismo tecnológico Los medios no sólo influyen por sus contenidos, sino simplemente por los recursos técnicos que usan, como técnicas de cámara, velocidad, efectos de sonido, etc. Como decía McLuhan, “el medio es el mensaje”. Según él, el problema más relevante no está tanto en los contenidos, sino en el mero actuar de los medios como tales. “Las tecnologías usadas para comunicar, antes que ser auxiliares en el transporte de señales e informaciones, son factores formales que modelan las relaciones sociales y la psique humana” McLuhan advierte que en los cambios culturales originados por las tecnologías de comunicación, la mente humana se queda ligada al ambiente anterior por un largo período, ocupándose de las ideas y problemas del pasado, caducas en gran medida. Así, pues, se busca adaptar las viejas respuestas a las nuevas situaciones. El contenido del nuevo medio suele ser, al principio, producto de la época anterior para conocer el mundo.  



09  Las 10 Estrategias de Manipulación Mediática
Noam Chomsky: Las 10 Estrategias de Manipulación Mediática



1.   La estrategia de la distracción.
El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes.

La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética.

·    “Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto 'Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.


2.  Crear problemas y después ofrecer soluciones.
Este método también es llamado “problema-reacción-solución”.

Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar.

Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad.

O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.
3.   La estrategia de la gradualidad.
Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos.

Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990:

·    Estado mínimo
·    Privatizaciones
·    Precariedad
·    Flexibilidad
·    Desempleo en masa
·    Salarios que ya no aseguran ingresos decentes,

...tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.


 
4.  La estrategia de diferir.
Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura.

Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato.

·    Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente.
·    Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado.

Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.


5.   Dirigirse al público como criaturas de poca edad.
La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental.

Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante.

¿Por qué?

·    “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”)”.

 
6.  Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión.
Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos.

Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…

 
7.  Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad.
Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud.

·    “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores (ver "Armas silenciosas para guerras tranquilas")”.

 
8.  Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad.
Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…

 
9.  Reforzar la autoculpabilidad.
Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos.

Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se auto-desvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción.

Y, sin acción, no hay revolución!

 
10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen.
En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídas y utilizados por las elites dominantes.

Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente.

El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo.

Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.


10  Teoría de la Agenda Setting



La teoría de la agenda setting, o simplemente teoría de la agenda, nos dice que como consecuencia de la acción de la prensa gráfica, la televisión y de los demás medios de información, el público es conciente o ignora, presta atención o descuida, enfatiza o pasa por alto, elementos específicos de la esfera pública. La gente tiende a incluir o a excluir de sus propios conocimientos lo que los mass media incluyen o excluyen de su propio contenido.

Maxwell McCombs y Donald Shaw son los autores del primer trabajo académico sobre la función de la "agenda-setting" publicada en 1972 ("The Agenda-Setting Function of Mass Media"

En 1977 publicaron el libro "The Emergence of American Political Issues: The Agenda Setting Function of the Press" en el cual profundizan el análisis del papel que juegan los medios en la formación del efecto 'agenda-setting': la selección de las noticias por parte de los medios y la credibilidad de éstos actúan sobre el marco de referencia del debate político. Este desarrollo teórico se da en un devenir histórico, que lo contiene y a su vez lo influye, que se caracteriza por la polaridad. Desde los postulados que sostienen los efecto nulos de los media hasta el extremo opuesto, que nos habla sobre la "omnipotencia".

La teoría de la agenda-setting se desprende de la teoría de los efectos, en la cual se pensaba que los medios tenían como objetivo lograr un efecto generalizado sobre la masa, efecto que ésta recibía sin tener en cuenta ni el contexto ni sus criterios; es decir, en esta teoría el público era un ente inerte que recibía mensajes y los asumía sin análisis ni cuestionamientos.

La teoría de la agenda setting plantea que los medios de comunicación escogen los temas sobre los que se habla y se discute, así como su importancia, su orden y la manera de transmitirlos. Un ejemplo práctico de esto lo constituyen los noticieros y el tema del terrorismo: en casi todas las emisiones de éstos se hace mención de este tema, independientemente de si es o no noticia ese día. Los medios elaboran con antelación una agenda de trabajo sobre la información que van a difundir, determinan la importancia de los hechos del país y del mundo y les asignan un orden planeado y pensado racionalmente con el objetivo de lograr mayor audiencia, un mayor impacto, y una determinada conciencia sobre cierto tema, a la vez que deciden cómo evitar referirse a determinada información, etc. El ejemplo más contundente de la puesta en práctica de esta teoría lo podemos encontrar en la televisión, la cual, en definitiva, es un medio hegemónico (como casi todos los medios), pues moldea el entorno comunicativo y asume la información como un espacio de poder.



En su obra "La investigación de la comunicación de masas
Mauro Wolff afirma que la idea central de la teoría de la agenda es la capacidad de los mass media de modificar la comprensión que la gente tiene de la realidad social.

Como consecuencia de la acción de los periódicos, de la televisión y de los demás medios de información, el público es consciente o ignora, presta atención o descuida, enfatiza o pasa por alto, elementos específicos de los escenarios públicos. La gente tiende a incluir o a excluir de sus propios conocimientos lo que los media incluyen o excluyen de su propio contenido. El público además tiende a asignar a lo que incluye una importancia que refleja el énfasis atribuido por los mass media a los acontecimientos, a los problemas, a las personas", afirma Wolff. 

Al sostener que "los media, al describir y precisar la realidad externa, presentan al público una lista de todo aquello en torno a lo que tener una opinión y discutir", le da forma al axioma que reza: no cómo pensar, si en qué pensar.

Este escenario redunda en una creciente dependencia cognoscitiva hacia los mass media, que se configura a partir de dos niveles: el "orden del día" de los temas, argumentos y problemas presentes en la agenda mediática.
- la jerarquía de importancia y de prioridad con la que dichos elementos son dispuestos en el "orden del día”.

Estas operaciones que tienen que realizar los mass media para transformar los hechos y acontecimientos en material apto para su puesta en circulación se denomina "proceso de semantización": - la selección (orden del día): es discriminar de todo el material disponible lo que se procesara para ser comunicado al público

- la combinación (jerarquía): es determinar el orden general del texto y, en lo particular, el montaje o la edición de cada texto en particular.

Al realizar estas dos operaciones se margina gran parte del material disponible y se jerarquizan los temas a partir de su distribución y orden de aparición.

El proceso de articulación tiene que ver con la clasificación de los contenidos que cada medio realiza a la hora de organizar el material disponible: en los diarios y revistas encontramos las secciones y suplementos, mientras que en el soporte audiovisual se articula el contenido por programas u horarios. 

Estos y otros elementos de la semiótica nos lleva a considerar la mediatización que realizan los mass media como construcciones ideológicas, generalmente basadas en los intereses de las clases dirigentes, siendo sus voceros o representantes, por lo general, las principales fuentes de información con las que se forman la masa crítica de material plausible de ser publicado.

Con las nuevas tecnologías y  con las redes sociales existen otras formas de marcar “agenda”, desde ingenuos internautas que logran un liderazgo comunicativo por su carisma a expertos troll (persona que publica mensajes provocadores, irrelevantes o fuera de tema en una comunidad en línea, como pueden ser un foro de discusiónsala de chat, comentarios de blog, o similar, con la principal intención de molestar o provocar una respuesta emocional negativa en los usuarios y lectores, con fines diversos (incluso por diversión) que en base a una estrategia buscan instalar temas de conversación y de reproducción de noticias entre otros usuarios.

Mediante esta técnica se facilita la circulación de "fake news" (noticias falsas) con la finalidad de estimular a seguidores de noticias en redes sociales que luego se encargan de difundir boca a boca.

La agenda setting ocupa distintas etapas de la vida de las personas, incluso el entretenimiento, generando entre los receptores angustias ante la espera de un nuevo capítulo, un programa, o un espectáculo deportivo.

La utilización del control remoto y nuevas formas de programación generan una dependencia a los medios que trabajan con las expectativas de sus receptores.

La teoría de la agenda setting utiliza recursos como ser la generación de una rutina de trabajo en el individuo donde el acostumbramiento por ciertas referencias mediáticas lo influyen psicológicamente para ordenar su estructura de vida.  


11  Teoria funcionalista

La Teoria funcionalista crea un adn propio que con el avance de las TIC puede reunir a grupos con características similares y reunirlos. Esa misma técnica en su segunda etapa puede masificar a sus integrantes. No se conoce que consecuencias podría lograr si utilizando esas tecnologías de Información y Comunicación (tic) su aplicación fuese a una gran masa. 

En la carrera de las ciencias sociales por incorporar conceptos de las ciencias duras, muy pronto se dieron cuenta de que el esquema matemático Estímulo – Respuesta (teoría Hipodérmica) era insuficiente para explicar los comportamientos sociales.
Los sociólogos se acercaron entonces más a la biología, la botánica, la zoología, la química, que a las matemáticas. Funcionalismo deriva de función: ¿para qué sirven los medios masivos? Esa función se define en relación a una sociedad, a un sistema dentro del cual los medios son "funcionales"

Su base ideológica es concebir a la sociedad como un sistema natural o un cuerpo orgánico. Así como las ciencias biológicas conciben a los órganos de un cuerpo a partir de sus funciones y disfunciones, sus posibilidades de crecimiento y los "virus" o agentes exógenos que atentan contra él, las ciencias sociales conciben a la sociedad como una estructura que debe permanecer "sana", debe progresar, evolucionar y crecer.

Es decir, estos teóricos descartarán toda posibilidad de cambio radical o alteración de la estructura social. Son conservadores de lo que está. Admiten cambios tecnológicos y mejoras, siempre y cuando estos no modifiquen la base de las relaciones sociales.

Todo movimiento social nuevo, diferente, con intenciones de cambio, será relegando la condición de "virus" que atenta contra la estabilidad del sistema o cuerpo social. Consideran también que la información no es igual frente a un grupo de receptores que otro. Ya que cada receptor encontrará características propias, únicas y “funcionales” para su utilización. 
Es con el funcionalismo, desarrollado especialmente en Estados Unidos, entre mediados de la década del '40 y mediados de la del '50, cuando aparecen las primeras investigaciones especializadas en comunicación. Por eso también se la llama “Communication research”. Son estos teóricos los que acuñaron el término de “mass media”, o simplemente los media, para denominar a todo el sistema de los medios masivos y su nueva cultura.
La primera característica que definen a estas investigaciones frente a un mensaje es ¿para qué debería servir este mensaje? y luego, una vez determinada esa función, evalúan si el mensaje cumple o no con la función asignada. Por lo tanto, aquí son importantes dos cosas.

1-      La evaluación ideológica de la intención de ese mensaje: si es positivo para el sistema, si es inocuo o si puede alterar en algo al sistema social. Es decir si ese mensaje será funcional o disfuncional para el momento actual que vive la sociedad.
2-     
2-Si el mensaje ha sido eficiente a la hora de cumplir esa función. Muchas veces se la ha acusado a la publicidad, por ejemplo, de ser poco educativa o imponer valores "disfuncionales" (plantear modelos sociales que perjudican a los receptores) La respuesta de los creativos y responsables publicitarios frente a esta acusación ha sido siempre la ratificación de que la única "función" del mensaje publicitario es vender.
Supongamos un programa de televisión del género "entretenimiento" donde participan jóvenes que deben disfrazarse y atravesar toda clase de situaciones ridículas y grotescas para ganar un premio.

El programa puede resultar funcional según algunos tipos de parámetros: sirve como programa de entretenimientos, los chicos participan, la gente lo ve. Pero puede, a su vez, convertirse en disfuncional, según otros parámetros. Si evaluamos su aporte educativo, por ejemplo, ya que en lugar de incentivar juegos de destrezas y conocimientos se centra en premiar la burla hacia otros y la grosería.

El plano manifiesto sería el sentido definido por el mismo mensaje, en nuestro caso, el plano manifiesto era el expresado por el mismo programa: se pretende entretener.
El efecto latente, en cambio, es aquel que, más allá de lo que se percibe "a simple vista", puede intuirse que hará mella en la gente en el nivel de los sentimientos más profundos como las sensaciones, y lo inconsciente. 
Piense en el planteo de las publicidades de centros para adelgazar. Suelen ser agresivas para con la persona obesa, con imágenes de chicas frente al espejo que sienten vergüenza de sí misma. Este tipo de mensajes será funcional desde lo manifiesto para los emisores, si logran vender su sistema para adelgazar a mucha gente. Pero su contenido será disfuncional desde lo latente, para un grupo específico: el de las mujeres que se sienten agredidas y cuyo efecto puede ser contraproducente, contribuir a la anorexia, fomentar la depresión, etc. El tipo de transmisión comercial será efectiva, pero no así su contenido cultural.

También aquí, más allá de lo esquemático del análisis, ya no se piensa en una respuesta única y homogénea por parte de todo el público. Hay subdivisiones, grupos que pueden reaccionar de distintas maneras. No hay un solo público, sino varios.
Algunos contenidos se dirigen a toda la sociedad: una campaña política presidencial, por ejemplo, otros contenidos se orientan a grupos mayoritarios como los programas de televisión que pretenden tener un público masivo. También hay mensajes más selectos, dirigidos a grupos específicos, por ejemplo en el caso del primer programa mencionado, dirigido a jóvenes que quieren viajar a Bariloche. En ambos casos se busca que el receptor tome una decisión y realice una suma algebraica de valores y desvalores, hasta llegar a la síntesis funcional.

Otros mensajes están directamente enfocados hacia la intimidad de una persona, a partir de recursos en los cuales el receptor se siente afectado o tocado directa y personalmente por el mensaje. Se trata de emisiones con mucha carga latente, que pueden dirigirse a varios, pero no como grupo, sino como individuos. Se encaran directamente hacia una persona y por esos su efecto es mayor. Por ejemplo los programas de “Talk Show” en los que se hace permanente alusión: "este que está aquí podría ser tu hijo" "póngase usted. en su lugar" "a Usted. también le puede pasar", etc.

Los funcionalistas están a favor de la conservación del sistema del sistema social tal como esta, es decir, acuerdan con la estructura capitalista y el predominio tecnológico que implica una clara supremacía (económica, pero también comunicativa) de unos países sobre otros. Sin embargo estos teóricos reconocen algunas funciones "negativas" de los medios masivos y los avances tecnológicos".
Los funcionalistas sabían que la tecnología daría lugar al nacimiento de barrios pobres y marginados, personas desocupadas y excluidas. Pero creían que este era un mal necesario que el mismo sistema sería capaz de ir resolviendo y erradicando. Algo similar a los que sucede en la biología cuando un organismo cualquiera re absorbe espontáneamente un factor externo o interno que atenta contra su identidad y su conservación.

Los funcionalistas agregarán, entonces, la función "narcotizante" o contaminante de la televisión y otros formatos masivos, porque impiden la participación directa de la gente de las instituciones sociales (los partidos políticos, la justicia, las organizaciones intermedias, educativas y culturales, etc.) En relación con la terminología de las ciencias naturales, los medios serían algo así como un agente contaminante en el circuito social, así como existen agentes contaminantes de la atmósfera en el ecosistema.
Otro concepto derivado de las ciencias biológicas es la concepción de investigar los hechos como observador externo a lo que ocurre. Así como en las ciencias naturales hay experimentos de laboratorio, los funcionalistas idearon modos de investigar en donde se aísla a la gente se su propio contexto y se investiga su comportamiento "de afuera" a través de vidrios espejados.
También pertenecen a este esquema los mitos de objetividad y neutralidad en las ciencias sociales. Se supone que quien investiga debe involucrarse lo menos posible y que existe una verdad objetiva a la cual hay que aspirar. Reiteramos que la subjetividad es intrínseca a cualquier actividad humana y es imposible desprendernos de ella para analizar un fenómeno.

Esquema de comunicación diseñado por los teóricos funcionalistas

El esquema de comunicación (que en la teoría Hipodérmica se reducía a emisor - receptor- estímulo - respuesta) comienza a ampliarse. Aparece Lasswell, en 1948 con un esquema que describía cualquier acto de comunicación respondiendo a las siguientes preguntas.
Quien? Dice qué? A quién? Con qué efectos?

Emisor Referente Receptores Feed Back

EL funcionalismo se centra en la conservación del sistema social. Para eso, evalúa cualquier mensaje (dentro y fuera de los medios de comunicación) como funcional o disfuncional al sistema: los emisores siguen manejando los efectos o respuestas pero el público ya no es considerado homogéneo y habrá diferentes respuestas según el grupo al cual el mensaje se dirija.

El emisor regula o prevé las respuestas a partir de conocer las distintas subdivisiones del público. De allí deriva una corriente relativamente nueva en comunicación, que comenzó con la evaluación de las audiencias y el rating (década del '60), pero se consolidó dos décadas más tarde. Se trata del Marketing, que subdivide o segmenta los públicos para conocerlos mejor y así lograr, con mayor eficiencia, la respuesta deseada.

Según el criterio de marketing, los públicos pueden agruparse por distintos factores. Se toman en cuenta aquellos que servirán para el consumo específico de un producto, servicio o espectáculo.
Muy relacionado con el marketing esta la medición del rating (televisión) o audiencia (radio)

Rating: se conecta en inglés con rate: tarifa, valuación, cuota o ración. El rating mide que cuota de público total ha elegido un medio de comunicación. Se evalúa por puntaje o cuotas. Se estima que un punto de rating equivale a 100.000 espectadores u oyentes.

Pensamos que invertir en publicidad significa "comprar un espacio" en algún medio. Pero ¿qué venden los medios a través de ese espacio? Los medios "venden" público. Por eso los espectadores en medios con mucha recepción son más caros que los menos consumidos. Aún dentro de un mismo diario, por ejemplo, el valor de un simple aviso clasificado tiene diferencia de tarifa entre un día de la semana y la tirada dominical, que es mayor.

Las tiradas de los medios gráficos son relativamente comprobables (se puede "contar" la cantidad de ejemplares impresos y devueltos) También se puede calcular los espectadores del cine o el teatro, simplemente contando las entradas vendidas. Pero la medición de oyentes en radio y espectadores de televisión es mucho más compleja y variada.

Fragmento del libro "Teoría de la comunicación"

Gabriela R. Cicalese, La Crujía - Editorial Stella

12  ZAPPING Y PANTALLAS

LA GENERACIÓN DE LAS PANTALLAS

¿Serán las pantallas uno de los pocos alimentos intelectuales de la adolescencia?

Primero fue la televisión, luego llegaron las videocaseteras, los videojuegos, los videoclips, las computadoras personales, las notebook, netbook, tablet, androide, Smartphone  y vaya a saber cuantos nombres más aparecerán el futuro para denominar una generación tecnológica caracterizada por la pantalla. En el pasado y no hablo de la prehistoria no existía nada parecido. Hoy la juventud es netamente audiovisual. Todo pasa a través de una pantalla o un display. Pero alguna vez la vida fue muy distinta sin todas estas herramientas comunicativas.
 Podríamos remontarnos a fines del siglo XIX cuando los hermanos Lumière mostraron la primera película o Guillermo Marconi pudo enviar sonido a la distancia sin utilizar cables. Poco a poco los métodos audiovisuales empezaron a sorprender al mundo. Sin duda que el gran invento del siglo XX fue la televisión. Algo espectacular que sirvió y sirve de enlace a millones de personas. Por la década de los sesenta todo era diferente. En la Argentina recién la televisión empezaba a convertirse en algo popular. Si bien la radio creada en Buenos Aires en Agosto de 1920 por Enrique Susini había cautivado la atención de todo el mundo. Los argentinos habían pasado cuatro décadas de oro imponiendo entre otras cosas el tango, los radioteatros, los espectáculos deportivos, las orquestas, cantantes, revistas radiales, informativas, publicidad y las voces eternas de sus locutores que llenaban un espacio en el corazón de todos. 
La radio estaba ubicada en un lugar de la casa donde toda la familia se reunía en su entorno. La década de los sesenta marcó el fin del predominio radiofónico para ser reemplazado por la televisión. Para algunos era el fin de la radio y del cine. Los primeros años marcaron en el público consumidor un extraño fenómeno: La observación compartida. Los recursos económicos no eran suficientes y solo algunos canales en blanco y negro hacían que muy lentamente las familias pudieran acceder a su primer y único televisor y ese nuevo aparato empezó a reemplazar el lugar geográfico de la radio. La familia empezó a sentarse a su alrededor, pero con una diferencia notoria con respecto a la radio.

A la televisión había que prestarle atención y no se podía hacer otra cosa si se la estaba mirando. Además ser el primero en poseer el televisor implicaba invitar a amigos y vecinos a ver. Por lo tanto ese nuevo elemento generó el encuentro de distintas personas para compartir imágenes audiovisuales como si fuera un pequeño cine en cada hogar. El televisor era cosa de adultos, solo ellos podían acercarse a él para subir o bajar el volumen o cambiar los escasos canales que transmitían algunas pocas horas al día. Es decir había que levantarse y las opciones eran muy pocas. Además la programación se la conocía de memoria o se consultaba en el diario o las revistas de espectáculos. Eran otros tiempos y tener en su propia casa una pantalla era lo más avanzado que podía suceder.

¿El comienzo del fin?   
                 
No es solo la televisión, el hombre actual pasa demasiado tiempo frente a las pantallas. ¿Por qué? La respuesta no puede darse de una forma simplista, ya que el tema es complejo y tiene innumerables lecturas. Las pantallas son hoy día adictivas. La exposición permanente a las pantallas provoca el mismo fenómeno que el de la droga. Una adicción es una conducta repetitiva que se va haciendo hábito de la cual es muy difícil salir. La adicción es una enfermedad primaria, crónica con factores genéticos, psicosociales y ambientales que influencian el desarrollo y sus  manifestaciones. La enfermedad es frecuentemente progresiva y fatal. Es caracterizada por episodios continuos o periódicos de: descontrol sobre el uso, uso a pesar de consecuencias adversas, y distorsiones del pensamiento. Las personas con escasos recursos intelectuales, o poca curiosidad por llenar su ocio con una afición o una actividad bien definida quedan atrapadas en esta adicción una y otra vez. Entonces podemos afirmar sin temor a equivocarnos que a través de las pantallas pasa casi todo el alimento intelectual del adolescente y del adulto. Cuando las pantallas lo son todo y uno se subordina a ellas para poder realizarse en su vida cotidiana. Cuando uno no puede entender “como se las arregló antes del invento de esta nueva tecnología”. Cuando uno no puede estar sin una pantalla cerca y se angustia con su falta. De ahí derivará un hombre escasamente culto, pasivo a lo más fácil: apretar un botón y dejarse estar.

Pensemos algunos ejemplos: ¿Cuántas veces las pantallas quitan horas de sueño? O retrasan una cita u ocupan un tiempo importante en el día de una persona. ¿Cuántas cosas quedan sin hacer por estar frente a una pantalla? Muchas veces quitan el contacto personal, y la sensibilidad humana o bien contribuyen a la desatención. Si bien existen algunas referencias educativas, son las mínimas y el común de la gente utiliza las pantallas para la distracción.
En este contexto, por cierto no muy positivo se suma una adicción más. La posibilidad de entretenerse añadiendo otra característica: cambiando permanentemente de canales o de música o de juegos o de páginas web. Y eso no es todo. La superposición de varios medios incluso cuando se realiza una actividad manual o intelectual.  Esta segunda adicción puede llegar a ser más fuerte que la primera. El placer de quienes utilizan el zapping para entretenerse es tan fuerte que la búsqueda de un canal es lo menos importante. Lo peor que puede pasar es encontrar ese canal. Porque no se busca nada en particular. Se dan vueltas y vueltas sin encontrar nada. Lo mismo le ocurre al que busca videos en youtube o chatea con infinidad de ventanas abiertas.

¿Por qué se produce esto?, ¿Cuáles son sus principales claves?            Tal vez podríamos sintetizar los siguientes puntos:

1.   Las pantallas son una nueva forma de consumo. Son capaces de llenar el tiempo libre de las personas y precisamente en ese tiempo libre la persona salta de una cosa a la otra sin profundizar nada.
2.   El interés por todo y por nada a la vez. Como una forma de insatisfacción y selección. Se busca algo que sea capaz de frenar ese cambio compulsivo pero obviamente nunca se lo va a encontrar o tal vez no provocará satisfacción el encontrarlo. La satisfacción es la búsqueda. El sujeto que aplica zapping en su vida tiene el deseo de abarcarlo todo, que nada se le escape, de poseer todo al mismo tiempo y dominarlo desde su pantalla como situación de poder. La experiencia de cambiar permanentemente deja un trasfondo, mezcla de codicia y descontento a la vez. El hombre, al no quedar saciado, pasa y repasa los canales una y otra vez por ver si aparece algo nuevo que sea capaz de suscitar su interés.
3. Se produce una invasión de informaciones en tanto hace un recorrido superficial del cual no profundiza nada. Mientras tanto ocurre una actitud de dispersión: muchas imágenes y poca consistencia, exceso de información y escasa posibilidad de hacer síntesis de lo que llega permanentemente. Es más grande lo que recorre que lo que profundiza.
4.   Todas las formas de hacer zapping tienen efectos sedantes. Tranquilizan la ansiedad y hasta pueden generar sueño si lo utilizan a las últimas horas del día. Es una forma de distender y conciliar mejor el sueño.
5.   Los elementos tecnológicos de hoy en día cumplen con una simple forma de manejo totalmente inductiva. Especialmente los que poseen una pantalla interactiva. Por lo tanto al usuario le genera poco esfuerzo cultural y la ley de menor esfuerzo es la que prevalece. No hay que poner el menor acto de voluntad. Pero el zapping es ya la carta magna del súper mínimo esfuerzo. Se trata de pasar el rato, de estar distraído, de estar acompañado, de construir mitos sin más pretensiones. Es la evasión a través del mundo de la fantasía de las imágenes que van entrando por los ojos y llegan hasta la cabeza, pero sin archivarse nada, dada su rápida sucesión de imágenes y su conexión digital.

Aspectos psicológicos del zapping.

Las pantallas en manos de un joven o adulto provocan el mismo efecto que un chupete en un bebe. Olvidarse el celular o extraviar el control remoto de la televisión provocan disgustos desmesurados entre los usuarios. A veces escucho peleas familiares por quien es el poseedor de control remoto, como si este fuera el bastón de mando de una sociedad. Me hace recordar los viejos televisores en blanco y negro cuando había que levantarse a cambiar de canal. Por alguna extraña razón no había zapping. El zapping aumenta cuantas mayores opciones hay para hacer. En la ópera “Don Giovanni” de Mozart la trama es el típico “don Juan” que enamora mujeres. jóvenes, adultas, viudas, casadas, etc. El personaje tenía una adicción: tenía que juntar docenas y cuando se pasaba, tenía que comenzar nuevamente y así seguía haciendo zapping para nunca terminar.
Las estadísticas dicen que el hombre hace más zapping que la mujer. Tal vez tenga que ver con elementos antropológicos producto de la selección que hizo el macho de la especie cuando debía salir a cazar para obtener la comida. En cambio la mujer por ser más débil se limitaba a la recolección y la cocina. Fijando su morada como su lugar propio. Sin duda que en la actualidad muchas mujeres dejan la casa para competir igual que el hombre en el mundo laboral. Es allí donde el volver al hogar hace que sentarse frente a un televisor es una forma de buscar algo para entretenerse de la actividad diaria luego de un fuerte desgaste laboral.
Si bien los tiempos corren y aparecen herramientas nuevas de comunicación. Por un lado acercan a los que están lejos. Por el otro alejan a los que están cerca. La afectividad de un abrazo se compensa con un mensaje de texto. Todos estos medios nacieron como una revolución para el futuro del mundo de las comunicaciones si son usados conscientemente. Sin embargo muchas veces las personas se abstraen y circulan por el mundo seres humanos robotizados, pasivos, acríticos, indiferentes, inmutables, grises, mediocres y lo que es peor sin inquietudes culturales.

Ver Youtube : “La era del Ñandú”


lecturas

El Juego desde niños ocupa un lugar importante en la vida de los hombres. Desde los juegos donde se participa entre personas hasta los solitarios. Hoy en día muchos niños se aíslan de sus pares y se entretienen con juegos mal llamados interactivos, donde el niño no interactúa con otro niño, sino que lo hace con una pantalla. 
A continuación usted podrá leer en forma de cuento las coincidencias entre un juego infantil y un juego de adultos. 

FACEBOOK : UN JUEGO DE FIGURITAS PARA ADULTOS.

Uy, uy, uy. Que hay temas difíciles de afrontar y sobre todo cuando la pluma se desliza en el papel sin detenerse, gastando la tinta intelectual de su autor. Entonces, en esas condiciones es un gran problema el redactar…
Porqué los formatos y las medidas son propias de las redacciones, pero los sentimientos son tan exclusivos a cada persona que a veces (o siempre), no tienen límites. Y la pregunta es: ¿Los sentimientos tienen verbalización? ¿Se puede escribir con palabras lo que se siente? Y si es así ¿El que lee las palabras, siente lo mismo que el que las escribió? O, simplemente interpreta otro complejo sistema de sensaciones donde para cada lector existirá una única interpretación y si son muchos lectores habrá múltiples interpretaciones. Que complejo que es todo esto. De ahí el ¡Uy, uy, uy!!!
Algo me trajo a la mente (¿no sé porqué? Tal vez al final alguien lo descubra) aquellas pasiones infantiles que se materializaban con abrir un sobre y esperar con angustia, esos segundos que transcurrían en el tiempo que llevaba cortar con cuidado el extremo superior de un paquete de figuritas. En primer lugar –digo- cortar con cuidado porque ya de experiencias pasadas, alguna vez, le cortamos la cabeza a algún jugador de fútbol. Generalmente un jugador desconocido, porque había muchos paquetes que tenían a ese jugador y desde muy chicos aprendimos la palabra “repetida”. Si esa maldita palabra que frustraba nuestra angustia inicial con algo que derrumbaba una expectativa o un sueño esperado. Repetida, repetida, repetida y otra vez repetida. A veces creo que un adicto al juego se inició de muy chico comprando paquetes y paquetes esperando que salga una figurita no repetida y de grande se desquita esperando que alguna vez salga el número en la quiniela y cuando sale, si es que alguna vez sale, simplemente nos devuelven una pequeña parte de todo aquello que invertimos en el pozo de la lotería. Pero en el fondo nunca ganamos.
Recuerdo que no solo daba angustia abrir el propio paquete. Sino que también nos daba angustia ver a un amigo o a un desconocido comprar y abrir el paquete en la puerta del kiosko. ¿Saben porqué? Imaginen por un instante que ese “suertudo” sacara una figurita que nosotros no tuviésemos, sería lo peor que nos podría ocurrir a los seis años. ¿Y saben que es lo peor que nos podría pasar a los siete? Aja, aja, esta hay que pensarla, porque ya pasaron muchos años y la evolución de las angustias ni los psicólogos las conocen. Ellos diagnostican pero no tienen la más mínima idea de la valoración que le daban los chicos a sus cosas y que grado tiene en cada niño ese proceso. Pero no me quiero desviar del tema. Ya hablaré de los psicólogos en su momento. A los siete, ya estábamos un poco más avivados. Éramos capaces de ganarle a uno de seis, que no era poco, porque los de ocho nos desplumaban cuando teníamos que acercarnos a la pared del colegio y siempre arrimaban su figurita mejor que nosotros. Esas paredes del colegio eran nuestros estadios inmortales e inolvidables que contemplaron nuestro crecer, ya con el tiempo esos muros tuvieron otras utilidades que no viene al tema aclarar ahora. Cuando niños ya nos sabíamos mover con mayor libertad, comprábamos nosotros mismo las figuritas y si teníamos audacia le solicitábamos al kiosquero la caja para elegir el sobre, todo solitos, ¡no era fantástico!. ¡No era esto una verdadera evolución la de elegir libremente! ¿Y que pasaba luego?, ya lo saben. ¡Repetida!, otra vez. Jajaja, el kioskero nos consolaba diciéndonos que estaban todas en la caja, ja ja ja, después de todo era su negocio. Él era una especie de traficante, esperando a sus víctimas adictas. Por aquel entonces manejar la plata era otro desafío. Desafío porque nos decían: Hacé los mandados y con lo que sobra te comprás el paquete de figuritas. Obvio que nos daban casi lo justo. Eran tiempos que no había inflación y los viejos sabían los precios de todas las cosas. Los que no ganábamos en las apuestas, perdón quise decir juegos de figuritas donde siempre había alguien que ganaba y alguien que perdía. Más parecido al póker, imposible. Recuerdan esos juegos: la tapa, el chupi, y la medida eran los más conocidos entre otros. También había apasionados que el botín de figuritas no les cabía en las manos. Me estoy yendo del tema, pero tenía que justificar la actitud de los perdedores. El álbum era otro tipo de apasionamiento. Allí se pegaban las caras de cada uno de los futbolistas y sin duda que completar los once jugadores del equipo favorito era la meta más buscada para los fanáticos. Pero era difícil, siempre fue difícil, no se porque uno primero llenaba los planteles de esos clubes más chicos con jugadores desconocidos, que para no desprestigiar a ninguno no voy a dar nombres. Y la figurita más repetida era la de “Eber Ludueña” que salía repetía tantas veces que Eber Ludueña se hizo más famoso más por las figuritas que por el fútbol. Uy, lo mencioné. No importa, él le debe estar agradecido a los editores, ellos le dieron más prestigio que los directores técnicos y los chicos lo conocieron más que su familia y que la hinchada (aclaro que Eber Ludueña no existe, es solo citado con el fin de ejemplificar).
Que mundo maravilloso que era la infancia, con que poco éramos felices y con que pocas cosas debatíamos horas o sufríamos la pérdida de nuestro capital en figuritas. Podíamos ser pobres o ricos en cuestión de horas, pero también estaban los que entraban en bancarrota y podían llegar a perder todo en un instante. A esta altura del relato no se si éramos: apasionados, jugadores, o estúpidos. No, pido perdón estúpidos, no. Nadie es estúpido a los siete años (estúpidos son los adultos, claro está). En todo caso éramos producto de los juegos que los adultos o poderosos nos imponían. Tal vez con esos juegos nos preparaban para el futuro, quizás, digo, tan solo por decir algo. Algo de didáctico habrán tenido esos juegos. Y quiero remarcar: Éramos apasionados y jugadores pero estúpidos no. A lo sumo éramos víctimas de algún manipulador que ensayaba con los más chicos e indefensos de la escala social. Desde el consumismo hasta las pasiones. Desde la adicción al juego hasta el divertimento. Desde la angustia hasta la esperanza. Éramos ingenuos y todo lo que estaba a nuestro alrededor era sano, o por lo menos creíamos que era sano. Donde había un paquete de figuritas, una muñeca o una pelota no había psicólogos, ¿no es curioso?.  Pero la adquisición de las figuritas no se quedaba tan solo en eso. Había otro premio y era más que tentador, era el motor para seguir comprando tanto en los varones como en las nenas, había un estímulo que era llenar el álbum y luego recibir la muñeca o la pelota número cinco de cuero. Creo que a esa edad era como recibir la lotería. A propósito las figuritas de nenas eran distintas: tenían formas irregulares, brillitos pegados y los álbumes generalmente eran color rosa. Sin duda que los editores no generaron en la nenas la misma pasión que en los varones. A decir verdad, a las nenas, las figuritas se las compraba la mamá porque le gustaban a ella, a la tía y a la abuela. Por eso cuando esa generación fue madre se encontró con la responsabilidad de gastar como en su infancia lo habían hecho con ella. ¿Qué mujer no aprendió rápido esto? Es congénito al género femenino.
Todos aprendimos desde temprana edad la labor de juntar figurita a figurita, tal como en el colegio nos hacían llenar la cuenta de la Caja Nacional de Ahorro Postal (nos decían “el ahorro es la base de la fortuna”) pero la estampilla era aburrida, la primera te la vendía la maestra y después la tenías que ir a comprar al correo. No te daban ni pelota, ni muñeca y la guita solo la podía sacar tu mamá o cuando cumplieras los dieciocho años. Bueno volviendo a las figuritas al final ese proceso de pegar, jugar o coleccionar tenía algún premio y aquí aparece esa palabra que se me escapó hace unos cuantos renglones y es la estupidez. No lo digo por los chicos, lo digo por los adultos. Nadie nos avisó que en todos los álbumes de todos los tiempos, tanto de nenas como de varones aparecía la famosa “figurita difícil”. ¿Quién no invirtió fortunas o se sintió defraudado cuando después de tanto esfuerzo, tanto ahorro, tanta dedicación, se quedaba sin completar el álbum?
¿Por qué los adultos no nos avisaron que había figuritas difíciles? ¿Cuántas actitudes de adultos hubiéramos cambiado si de chicos nos hubieran advertido algunas cosas?
Estoy afirmando que la educación de la familia es más importante que la formación escolar. Muchas actitudes que los padres enseñan se apropian por toda la vida. Y ahora lo más duro: Si no queremos adultos estúpidos, prestemos atención en nuestros niños en sus hábitos y cualidades con que se forman y si el señor consumismo nos gana la apuesta de la educación, habremos perdido no solo ese momento, sino que el futuro de aquel niño. Cualquiera que maneja las técnicas de la comunicación sabe que adoctrinar es una enseñanza que se asienta con el tiempo y que cuanto más joven es el destinatario más endeble es su capacidad crítica. Sin duda que todas las adicciones comienzan en la adolescencia y la niñez y los poderosos lo tienen bien claro. Por ejemplo, nadie convertiría a un adicto al cigarrillo a un adulto de cuarenta años pero sería muy fácil con un adolescente o un niño.
Vuelvo a los psicólogos que cada vez tienen más trabajo curiosamente con los niños y las niñas. ¿Qué le pasó a esa generación que alguna vez fue la privilegiada? ¿No es simpático querer ser siempre niño al mejor estilo Peter Pan?
¿Será por eso que los padres son los culpables de todos los traumas de sus hijos? ¿Y si no hubiera padres los psicólogos a quien atenderían? ¿A quién le echarían la culpa de todo? Uy, uy, uy cuantas preguntas sin respuestas. Pensar que todo comenzó con un niñito afectado por la adicción a la colección de figuritas. Afectado en ese momento en particular y seguramente en el futuro, por su enseñanza constante y permanente al consumo, al juego, y a la moda. Mucho más que la escuela y la familia, la publicidad ejerció un poder superior en las personas. No solo que logró imponer sus productos, sino que además logró algo más importante que se llama masificación y eso es simplemente; borrar todo espíritu crítico en las personas. El principio es simple: “Si todos son así, no seas vos el distinto”. Volviendo al tema: “Si todos compran figuritas, no seas un bicho raro, ¡comprá vos también!”. Los chicos son más débiles para cuestionar y sobre todo, si no son como los demás chicos se sienten mal. Tal es el poder de la publicidad que genera adición para el consumo. Y como los chicos buscan permanentemente la igualdad. Sin darse cuenta, por un lado se igualan con sus compañeritos y por otro se discriminan entre sí, simplemente por ser distintos naturalmente, pero es la realidad. No todos son iguales, y la realidad forma parte de la evolución de los chicos. De ahí las consecuencias de los juegos virtuales. Solo serían útiles una vez que hubieran entendido lo real.
Atención padres, regalar juegos virtuales no es una buena solución. Estar conectado no es lo mismo que estar comunicado ¿Se entiende? Que paradoja. Uy, uy, uy es hora que empecemos a aclarar el panorama. Porqué nada de esto sería un problema si no tuvieran al partícipe necesario para lograr el adoctrinamiento y ¿Quién es ese participe?
Acá  empiezan a revivir los psicólogos que había asesinado en los párrafos anteriores. Los partícipes necesarios son sin duda los padres. Vieron porque, para los discípulos de Freud, es imperioso encontrar a los grandes responsables de la historia de la humanidad. Los padres que se pueden clasificar en distintos grupos: Los que están ausentes y promueven una generación de huérfanos con padres vivos; Los sobre protectores que cuidan a sus hijos como un tesoro y lo peor que les puede pasar son las compañías. Los que aíslan a sus hijos y no los dejan ni jugar a las figuritas, entonces los encierran sin darse cuenta que el wifi los conecta con otro mundo muy distinto e incontrolable. En fin hay muchos tipos y características de padres, sobre todo para deleite de los psicólogos.
En el fondo viene el momento de reafirmar algo que la pluma se empeñó en recorrer por los caminos de la asociación y la imaginación. Ningún chico es estúpido por poseer un álbum de figuritas, a lo sumo es un ingenuo, o peor, un engañado. Estúpido es el adulto que colaboró con el engaño y la posterior desilusión del niño. Y si se lo piensa mejor más estúpido es permitir que una mente ingenua sea capturada por el consumismo y el adoctrinamiento en la escuela diaria de la adicción que llega en un delivery a la propia casa de uno.
Por desgracia esto no termina acá.
Esto recién empieza…
Y pasaron los años… Y las actitudes nos acompañan toda la vida. Como diría la frase “Genio y figura hasta la sepultura”.  Y los chicos se convirtieron en padres y la historia continua.
Sin embargo los tiempos cambiaron. Antes, cuando éramos chicos veíamos a los de “nuestra” edad como “viejos”. Y la adolescencia era más corta. Uno pasaba de la niñez a la madurez en un breve período. Solo alcanza con buscar un “viejo” diccionario y dirá: “Adolescencia: Etapa de la juventud entre los catorce y dieciocho años”. Hoy la adolescencia se extendió en el tiempo y en algunos casos llega hasta los cuarenta y en otros nunca se llega a ser adulto. Será este el síndrome de Peter Pan. Los psicólogos siguen acumulando trabajo y con esto encuentran hijos más adultos que los padres. Habrá que ver que dicen los diccionarios dentro de cuarenta o cincuenta años. Ahora bien; ser adolescente para el que ya es mayor, no es ningún piropo ya que la palabra proviene de adolecer y de adolecer criterios, razonamientos, actitudes adultas, etc. Es decir vivimos en una sociedad adolescente que en su mayoría adolece de responsabilidades y valores. Sigo pensando en la publicidad, la manipulación, el adoctrinamiento y todas las teorías de comunicación que apuntan al convencimiento de las personas. Como dijimos antes, cuanto más adolescentes somos más fáciles de manejar. Y todo comenzó con un simple paquete de figuritas, se acuerdan.
La pregunta será si habremos evolucionado en nuestro pensamiento décadas después de haber comprado nuestro primer paquete de figuritas o si nuestra ingenuidad con el tiempo se convirtió en estupidez.
Y el problema se plantea porqué si con padres sanos se logró masificar a sus hijos, que pasará con los hijos de los masificados…
A esta altura del relato conviene aclarar que no estamos ante el apocalipsis y que un importante resguardo es tener un pensamiento crítico sobre todos los mensajes que nos bombardean diariamente. Reitero, la crítica nos va a hacer pensar, y cuantas más dudas nos planteemos, más capacidad tendremos para ser libres de pensamiento. Lo peor que nos puede pasar es que seamos obsecuentes, obedientes, mansos, dóciles y manejables. El tema es el siguiente: Si somos tan sumisos ¿Cómo nos damos cuenta que nos están manipulando? Y la respuesta es muy simple. No hay manera de darnos cuenta, y lo peor es que si alguien nos quiere ayudar, tratando de abrirnos los ojos, lo más probable es que nos enfademos con él. Acá ni los psicólogos te pueden ayudar. Se imaginan si hubiera un profesional que avivara estúpidos, que bueno que sería. En esto ni los políticos se salvan. Recuerdo aquel General tan querido por el pueblo argentino, que cuando lo recordamos escribimos General con mayúscula. Y ya en sus tercera presidencia, ya de viejo, alguien intentó darle un cargo a un compañero que de joven era algo más que un estúpido, podríamos decir “un estúpido importante” y aprovechando la vejez del líder quisieron hacerle firmar de prepo un decreto, pero el viejo caudillo en esos momentos de lucidez se acordó y rechazó la propuesta con una frase simple “ese era un estúpido” a lo que el asesor le dijo “eso fue hace años, ahora está mejor”. Con palabras sabías el viejo le cerró el dialogo diciendo “mire mijo a lo largo de mi larga vida he visto a muchos notables, capaces e inteligentes volverse estúpidos, pero sinceramente nunca he visto un estúpido avivarse”.
La estupidez va de la mano del poder, que mejor para un gobierno tener un pueblo estúpido que paradójicamente proveerá futuros dirigentes y si esos dirigentes también serán estúpidos pobre de nosotros. Esta situación la tenía perfectamente clara Joseph Goebbels que logró que un pueblo se fanatizara con un líder demoniaco. El ministro de propaganda nazi fue sin duda el padre de la manipulación y la masificación. No por ello es extraño que ingresar a los Estados Unidos con bibliografía nazi implica la cárcel o la devolución al país de origen, pero las técnicas de la publicidad expansionista  norteamericana son copias exactas de las enseñanzas de Goebbels. O sea que el alemán la tenía más que clara. Pero Goebbels era un teórico, un hombre culto, un maestro. Él tenía varios títulos universitarios e infinidad de investigadores posteriores lo citaron de distintas formas. Porque en la investigación universitaria en ciencias sociales es un infaltable en cientos de miles investigaciones y tesis. De modo tal que si se desea investigar la estupidez allí hay suficiente material. Más romántico, por no decir literario fue George Orwell que desde la ficción descolló con dos obras interesantes como “Rebelión en la Granja” y “1984”, ambas terriblemente aburridas, pero sobre todo la última de una actualidad casi precisa a nuestra época, donde su personaje “el gran hermano” nos observa en cada segundo de nuestro día, toda nuestra vida. Obviamente como es de ficción no tuvo ni el uno por ciento de citas en el mundo académico. Pero explicaría perfectamente bien la estupidez de un mundo adolescente, manipulado, masificado y auto masificado.
Los adultos también juegan a las figuritas, sobre todo los adultos actuales. Una especie que nació a partir de la segunda mitad del siglo veinte que antropológicamente tiene muy poco que ver con los adultos en toda la historia del hombre. El adulto actual es un niño con algo más de experiencia. Tal vez una forma residual del fin de una época y comienzo de otra. Por primera vez en la historia de la humanidad la generación posterior posee tanta o más información que la generación anterior. En la historia nunca había pasado algo igual y sin duda es difícil vivir un tiempo de transición.
Tal vez coleccionar es una actitud humana irrefrenable. Cuando Tirso de Molina escribió “El burlador de Sevilla” jamás pensó en el éxito de su obra que habla de un coleccionista de mujeres, que su obsesión era completar docenas. Pero si lograba una sola más tenía que volver a su rutina de completar la siguiente docena y así llegó a pasar las mil doscientas. Como no todo el mundo leía, Wolfang Amadeus Mozart le puso música, canto, actores y escenografía a su obra y la convirtió en la ópera “Don Giovanni”.
Primero fue la televisión, luego llegó el zapping y con él, las cadenas de canales que lograron no solo más información sino también más entretenimiento. Y por ende ocupar la mayor parte del tiempo libre de las personas y sin dudas volverlos adictos a todas las acciones mediáticas. La gente no preguntaba ¿Qué canales hay? Sino ¿Cuántos canales hay? Como si pudiera ver todos a la vez. Pero el tema es la colección, como si fuera un álbum de figuritas. Tener mayor cantidad de canales es como ser el protagonista de Don Giovanni. Si esa cantidad no alcanza, hay que salir a buscar otra docena, en forma enfermiza, y después otra, y nunca vamos a estar conformes. Porque no nos conforma el programa, nos conforma el poder de cambiar tanta veces de canal.
Pero a este hombre le tocó vivir un momento doblemente milenario, como si fuera otra era. Un hombre apasionado por los números y no por las letras. Como si el comienzo del tercer milenio lo marcaría en forma particular. Nada que ver. El hombre es un ser en permanente evolución y por que no involución. Tal vez el hombre se va acomodando a su época con virtudes y defectos que él mismo creó. La computadora marcó en la historia del hombre un mojón de cambios. Cuanto más nos alejamos de ese momento más nos cuesta entender como era el mundo sin ese querido elemento. A ese hombre lo mal llamamos inmigrante tecnológico, para diferenciarlo del que nació después de ese invento, también mal llamado nativo tecnológico. El uso de la computadora con todas sus modificaciones: tablet, notebook, netbook, android, o simplemente la pantalla del celular, etc es tan solo el uso de una herramienta con características multimediales que posee la cualidad de almacenar todo tipo de información en diferentes formatos y permite el intercambio de archivos y funciona además como sistema de información y comunicación. Ocupa el tiempo libre de la gente y como todas las otras herramientas mencionadas también es adictiva. Aclaro que la adicción es terrible para todos menos para el adicto, porque para el adicto es placentero sino no existiría ninguna adicción.
En la Argentina proliferó en forma exponencial el Facebook mucho más que en otros países y tal vez tenga una explicación en el ombliguismo criollo. Querer ser el centro del mundo es un estadio personal de sus habitantes y la página de Facebook es como si cada uno tuviera un multimedio propio para que otros pudieran seguirlo y admirarlo. Pero esto no es tan grave. En la medida que otro compartiera y devolviera información estaríamos ante un episodio habitual de comunicación y también de amistad propia de “los che”. La amistad a la que se rinde culto en la Argentina es un compartir solidario y netamente humano donde el encuentro es la virtud para el asado o el mate. Chusmear es un atributo que reconforta a un par de individuos en una simple reunión informal. Pero el Facebook es mucho menos que esto, porque no necesita de ningún contacto humano y lo peor es que hay quienes sus únicas relaciones con el mundo son netamente virtuales. Y la frase del momento es: Un abrazo vale más que mil chat. Estos no son los únicos problemas que presenta una red social y detallar otras características nos desconcentraría del  tema inicial.
Una actitud muy común de los usuarios (no todos) del Facebook Nacional y Popular es el ser seguidores de alguien. Ser seguidor implica la acción de bajar, cortar, y pegar en forma automatizada cualquier acción que el admirado incorpore a su página. Esta acción se realiza sin pensar y los seguidores no escriben ni un monosílabo, simplemente copian en forma ciega y acrítica. A veces reproduciendo barbaridades de origen y por supuesto incuestionable ante otro internauta que eventualmente cuestiona. En estos casos no hay comunicación, porque comunicación es intercambio. El proceso es netamente informativo y no acepta sugerencias. Es más, difícilmente el adoctrinado escriba sobre otros temas, como si alguien se lo prohibiera.  A veces los mensajes compartidos son tan irracionales que el obediente internauta no llega a evaluarlos pero defenderá con uñas y dientes aún sin comprender. La obsecuencia es así. Ese mismo individuo en otro momento, tal vez dentro de algunos años, pueda reconocer su sumisión, o tal vez no lo pueda hacer nunca si los adoctrinadores buscan la eternidad de un modelo que inició Goebbels y se continúa por los tiempos de los tiempos. Ese adicto tecnológico incapaz de pensar y feliz de poseer el contacto de sus ídolos busca su aprobación y cuantos más tiene se siente más comprometido al modelo. Cree que el Facebook es un álbum de figuritas y tener este o aquel contacto le dará un prestigio frente a otros pares. El no tener esos contactos o cuestionarlos lo sentirá como un acto de infidelidad. Así como los chicos, coleccionar seguidores, es una forma de llenar “el álbum”. Lo peor es que no hay ni pelota, ni muñeca, en realidad no hay premio. Nadie sabe cual es la figurita difícil porque es parte del mito que el adicto justificará a su manera. Cuando otro adulto pretenda ayudarlo, no reconocerá la ayuda y se retobará, será  un seguidor pasivo o se borrará de la lista de contactos. Como si limitarse a hacer un comentario le podría crear la expulsión. A veces alguien logra llamarle la atención y durante fracciones de segundo empezará a entender, pero es capaz de tirar por la borda años de amistad simplemente porque otro no piensa igual. La falta de actitud crítica la reemplaza por la obediencia ciega y cuestionará en forma irracional solo aquello que algún admirado haya cuestionado antes, carecerá de pasamientos propios y sus respuestas serán repetitivas a las de sus líderes. Creo que ya habrán descubierto a quien le pertenece el álbum de la estupidez. Lástima no haberlo sabido antes cuando éramos chicos, generar el espíritu crítico, para que cuando fuéramos mayores pudiéramos tener más herramientas para defendernos y no caer en adoctrinamientos terribles. Por las dudas y para evitar confundir: No es estúpido el que simpatiza, cree o vota a un partido político, religión o institución. Estúpido es aquel que se ciega y se cierra al dialogo y no es capaz de dejar de ser un seguidor fanatizado pasivo e incuestionado. El Facebook lejos de ser una herramienta de comunicación pasó a ser una herramienta de tortura que somete a gente de cualquier sexo, raza o clase social. Y si en una de esas el adoctrinado empezó a sospechar que fue masificado, siente que en su muro y biografía escribió tantas cosas que no se animaría a corregirlas porque se da cuenta que llegó demasiado lejos y en su conciencias le surge un pensamiento “no debí haber comenzado” para luego continuar “y ahora que hago”, “que van a decir los otros”. Todo este razonamiento simplemente ocurre porque está escrito y no tiene personalidad para aceptar que está equivocado. Si reconoce que no debió haber comenzado será una frustración personal ante los demás. Entonces, como los adultos que facilitaban la plata a los niños para comprar figuritas o como los propios chicos cuando se dieron cuenta que en el álbum existen figuritas difíciles, en vez de abandonar, siguen comprando (vaya a saber porque) y luego repetirán el mismo error por generaciones. Simplemente por esto es un cuento nacional y popular.
El Facebook es hoy aquel álbum de figuritas que cuando niños nos contuvo y nos dio sociabilidad con nuestros compañeros. Nos alegramos, lloramos, nos entristece, nos desilusiona, nos confronta, nos amiga o nos hace pelear con los otros. En esta adolescencia eterna tendríamos que aprender que debemos madurar y jugar con otras técnicas. Todavía hay adultos que confunden “estar conectado con estar comunicado” y que así como los chicos existían si tenían álbum de figuritas muchos adultos creen que existen solo si tienen Facebook.
Que infeliz será el día que festejemos nuestro cumpleaños solos y en nuestras pantallas de celular, msn, skype, Facebook, Instagram y Twitter haya miles de deseos de felicidad.