Hoy día resulta impensable concebir que un
fenómeno tan extraordinario como el que aconteció un 30 de octubre de 1938
pudiera volver a suceder. En aquel momento un joven Orson
Welles de 23 años de edad dirigía un radioteatro en tiempo real,
como si fuera en vivo y ponía el mundo patas arriba al provocar el pánico entre
miles de personas, convencidas de que Estados Unidos estaba siendo invadida por
un ejército de alienígenas.
Alrededor de las nueve de la noche, el Estudio
1 de la Columbia Broadcasting (CBS) en
Nueva York se convertía en el escenario donde Welles iba a interpretar,
acompañado de la compañía teatral Mercury que el mismo dirigía, la novela del
escritor británico H.G. Wells, «La guerra de los mundos» publicada en 1898.
Welles dejó los 60 minutos de radio más
famosos de la historia. Tan solo unos meses después de que la popular emisora
CBS le ofreciera llevar a cabo un programa semanal basado en la dramatización
de obras literarias, Welles lograba dejar un hito en la historia de la
radiodifusión mundial. En un contexto marcado por la Gran Depresión, el locutor norteamericano
pensó que tal adaptación contada en forma de noticiario de última hora calaría
en el seno de la audiencia. Y vaya si lo hizo.
A pesar de que «la Columbia Broadcasting
System (C.B.S.) y sus estaciones asociadas» habían presentando al inicio del
programa tanto a Orson Welles como al Mercury Theatre en la adaptación de «La
guerra de los mundos» de H. G. Wells, algunos radioyentes sintonizaron más tarde la emisión (situación poco probable, ya que en las épocas de oro de la radio, nadie se perdía un minuto de programa y los oyentes se caracterizaban por la fidelidad a las rutinas de los programas) o, simplemente, no prestaron la
suficiente atención a una simple introducción de lo que parecía un programa
cualquiera. Esa noche a diferencia de otros radio teatros la audición comenzó
con el tango "La Cumparsita" y el escuchar la música confundió al público, ya que por aquel
entonces la música argentina era la más escuchada en todas las emisoras del
mundo, y los oyentes no asociaron el tango al radio teatro, creyendo que este se había suspendido.
Así, en
plena víspera de Halloween, tan solo tuvo que prender la mecha con un
comienzo espeluznante: «Señoras y señores, interrumpimos nuestro programa de
baile para comunicarles una noticia de último minuto procedente de la agencia
Intercontinental Radio. El profesor Farrel del Observatorio de Mount Jennings
de Chicago reporta que se ha observado en el planeta Marte algunas explosiones
que se dirigen a la Tierra con enorme rapidez... Continuaremos informando».
Tras el primer corte y para darle aún mayor veracidad a la noticia (recordemos que era el guion adaptado al contexto de 1938, donde se utilizó el lenguaje radial como si el hecho estuviera sucediendo en vivo, pero sin duda que era ficción),
Welles retomaba la supuesta emisión de una orquesta desde el Hotel Meridian
Plaza para volver a parar a medida que la ficticia invasión extraterrestre se
iba desarrollando, «damas y caballeros, tengo que anunciarles una grave
noticia. Por increíble que parezca, tanto las observaciones científicas como la
más palpable realidad nos obligan a creer que los extraños seres que han
aterrizado esta noche en una zona rural de Jersey son la vanguardia de un
ejército invasor procedente del planeta Marte... (contado todo en tiempo presente, daba idea que no era ficción)»
Alrededor de 12 millones de personas
escucharon la transmisión. Las interrupciones eran cada vez más frecuentes y
con un mayor tono de alarmismo, como prueba la secuencia del personaje Carl
Philips desde Grovers Mill,
en el Estado de Nueva Jersey,
donde supuestamente se estaba sucediendo el aterrizaje: «Señoras y señores,
esto es lo más terrorífico que nunca he presenciado... ¡Espera un minuto!
Alguien está avanzando desde el fondo del hoyo. Alguien... o algo. Puedo ver
escudriñando desde ese hoyo negro dos discos luminosos... ¿Son ojos? Puede que
sean una cara. Puede que sea...»
Los datos de audiencia estiman que cerca de 12 millones de personas
escucharon la transmisión y otras tantas cayeron presa del pánico abandonando
sus casas y colapsando algunos centros urbanos (durante esa hora). Los
teléfonos de emergencia echaron humo durante varias horas recibiendo multitud
de mensajes que decían haber visto a los extraterrestres. El polémico
acontecimiento, que terminaba con la
«muerte» del propio Orson Welles, la CBS y todo el mundo (en la ficción) a causa de los gases que emanaban
los invasores, pudo ser el fin de su fulgurante carrera, pero visto en
perspectiva, aquello, en realidad, no fue más que el inicio de su leyenda.
increible acontecimiento mundial.que a traves de una radio se difundiera una noticia falsa en
ResponderEliminarNo fue una noticia falsa. Fue un radio teatro de ficción anunciado en la programación de la emisora con anticipación. Inclusive, la audición comienza con la presentación del ciclo de ficción mencionando la obra escrita 42 años antes, por H. G. Wells.
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